Investigadores del IRB Barcelona, la Universidad de Barcelona (UB) y el Institut de Recerca Sant Joan de Déu - Hospital Sant Joan de Déu (SJD) han creado Gate2Brain. La compañía está basada en una tecnología desarrollada en el IRB Barcelona para transportar fármacos al cerebro. Gate2Brain es la segunda spin-off conjunta del IRB Barcelona y la UB financiada por el programa Mind the Gap de la Fundación Botín.
Impulsada por la investigadora asociada del IRB Barcelona Meritxell Teixidó, Gate2Brain combina varias familias de péptidos para franquear la barrera hematoencefálica, que dificulta el acceso de la mayoría de los fármacos al cerebro y hace extremadamente complejo llegar a este órgano. Como explica a InnovaSpain Teixidó, CEO de la compañía, 1 de cada 4 personas necesitará algún tipo de tratamiento en el cerebro a lo largo de su vida. “Por fortuna, son muchos los implicados en encontrar fármacos efectivos. El problema hasta ahora es que el 98 % de esos fármacos, pese a ser buenos candidatos, han encontrado dificultades para entrar en el cerebro. Nos gusta establecer un símil: Gate2Brain es la llave, y el fármaco, el llavero”.
Tras una década liderando esta línea de investigación, Teixidó y sus colaboradores más directos consideraron oportuno dar un paso adelante en forma de empresa. “Había que atreverse. Somos un equipo multidisciplinar que cubre las áreas de ciencia, pharma, clínica y negocio”. El tramo final para constituir Gate2Brain ha coincidido con la pandemia. “Hemos remado a contracorriente, pero preferimos seguir adelante. Somos una piña. En tiempos de dificultad, también surgen oportunidades”.
El cerebro y sus puertas de entrada
“El cerebro es un órgano precioso, que está fuertemente protegido por una especie de muralla”, detalla Teixidó. “Esta barrera tiene una serie de ‘puertas’, mecanismos de transporte por las que entran los nutrientes. Nuestras ‘llaves’ entran por esos mismos espacios, pero sin afectar a ninguna de sus funciones”.
Hasta la fecha, penetrar la muralla hemotoencefálica se había logrado con algunas aproximaciones –“no muchas, y es sorprendente”- menos decisivas que la que podría suponer la tecnología de Gate2Brain. “Distintos avances han conseguido que la barrera del cerebro, de carácter estanco, se abra temporalmente, con el consiguiente riesgo de infecciones. Estos tratamientos son imposibles de aplicar en pediatría o en patologías crónicas. Se suele recurrir a ellos como última opción”.
Teixidó añade que la composición de las tres familias de péptidos desarrolladas hace que puedan utilizar diferentes puertas de entrada, según el tipo de fármaco, por donde entran a la vez que los nutrientes naturales, “como una especie de polizones”. El coste de aplicar estos tratamientos tampoco será un problema, como sí ocurre con otras investigaciones alineadas parcialmente con la propuesta de Gate2Brain, pero que emplean anticuerpos en lugar de fármacos. “La producción de péptidos no supondrá un cuello de botella para nuestra investigación”.
Pero el valor añadido de los péptidos lanzadera de Gate2Brain va más allá. “Los péptidos naturales viven unos 10 minutos, mientras que los que hemos desarrollado lo hacen entre 12 y 24 horas”. Teixidó admite que, “como siempre ha hecho la ciencia”, la Naturaleza ha ejercido como potente fuente inspiradora a la hora de dotar de esa resistencia extra a los péptidos. “El veneno generado por algunos animales, como las abejas, incluye miles de péptidos, algunos de los cuales saben entrar al cerebro y aplicar la toxicidad en su interior. Son péptidos que tienen un módulo de toxicidad y otro que actúa como llave, que es en el que nos hemos fijado”.
Ayudar en tratamientos concretos: del cáncer al COVID-19
Para que Gate2Brain haya visto finalmente la luz, resultó clave demostrar que podía ser útil en hacer llegar al cerebro un fármaco específico, bien identificado, en el tratamiento de un tipo de tumor cerebral infantil. “Es una esperanza añadida, ya que conseguimos trasportar el fármaco, pero aún es pronto para extraer conclusiones definitivas”, apunta Teixidó sobre un punto de la investigación en el que fue decisiva la alianza con el Hospital Sant Joan de Déu.
Otras ventajas de esta tecnología tienen que ver con lograr reducir la cantidad de fármaco administrada (limitando así los efectos secundarios) o mejorar la eficacia de los tratamientos. Y como la actualidad manda, ¿podría ser útil en la lucha contra el COVID-19? “Sí, afirma Teixidó, aunque no por ahora”. La investigadora del IRB apunta que empieza a circular la evidencia que demuestra cómo el virus puede afectar al cerebro. “Si un fármaco funcionase en este sentido, Gate2Brain sería la llave. Lo mismo sucede con la meningitis y el hipotético desarrollo de un antibiótico plus. Nosotros entraríamos en juego en una segunda fase”.
En los próximos meses, el equipo de Gate2Brain quiere trabajar a fondo en distintas acciones encaminadas a mitigar riesgos. “Tenemos que conocer aún mejor nuestra propia tecnología. Entre finales de 2020 y 2021 queremos aplicar la innovación en animales. Si la ciencia nos acompaña, lograremos un producto sólido y robusto que despierte el interés de la industria farmacéutica. Son muchos los millones invertidos en el desarrollo de fármacos que después no han podido aplicar”, concluye Teixidó.
Crecimiento
Gate2Brain nace con una inversión inicial de 0,5 millones de euros del programa Mind the Gap de la Fundación Botín. En su etapa previa, la línea de investigación recibió el apoyo del programa CaixaImpulse, de la Fundación “la Caixa”, para avanzar con el estudio preclínico para un tipo concreto de glioma pediátrico. La tecnología también recibió, hace un año, financiación de la Agencia de Gestión y Ayudas Universitarias y de Investigación (AGAUR) en la convocatoria "Ayudas de Industria del Conocimiento". La nueva empresa se ubicará en el Parc Científic de Barcelona, mientras la parte experimental se realizará en las instalaciones del SJD.