La Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) lidera el desarrollo de Gaubi, una aplicación enfocada en que niños de primaria aprendan ortografía en español al mismo tiempo que se divierten.
De acuerdo con el director del grupo de investigación responsable del desarrollo y lanzamiento de la app, Esteban Vázquez-Cano, profesor de la Facultad de Educación de la UNED, utilizar la app durante unos 15 minutos, de dos a tres veces por semana, durante todo el curso, permite a los menores mejorar su ortografía. Aunque precisa que la app “no sustituye las clases pero sí es un recurso más para practicar ortografía”, asegura a Innovaspain.
De acuerdo con Vázquez-Cano, su equipo buscaba una app “que fuera sostenible, gratuita, que no tuviera publicidad y que fuera muy respetuosa con los alumnos”, detalla. “Cuenta con mecanismos de control parental y docente, no recoge información personal de los estudiantes y no aloja ningún dato en servidores”, destaca.
"La ortografía va decayendo"
“La ortografía va decayendo, tanto en niños como en adultos”, asegura el profesor. Según un estudio realizado por la Universidad de Alcalá de Henares, hasta un 90 % de los jóvenes de secundaria reconoce cometer faltas de ortografía. “La ortografía es necesaria y cuantos más recursos haya mejor. Un manejo correcto del lenguaje garantiza la comprensión, la coherencia y la claridad del discurso”, agrega.
Pilar Álvarez Iglesias, directora del Colegio Rey Pelayo de Gijón, Asturias, se muestra satisfecha con los resultados obtenidos hasta ahora. Sus alumnos de 5º de primaria empezaron a utilizar la app en septiembre y “la verdad es que les ha gustado mucho, les motivó mucho y consiguieron aprender”, relata, “ellos creen que están jugando”. De acuerdo con Álvarez Iglesias, los padres también están muy contentos con la app. “Algunos incluso se la han descargado y la utilizan los hermanos”, asegura.
En su opinión, el ordenador, la rapidez y la instantaneidad están afectando la forma de escribir. Y, aunque defiende el uso de la tecnología para mejorar la ortografía, asegura que no es el único recurso. “No puedes centrarte solo en la tecnología. Hay que utilizar todos los medios en su justa medida. Me parece importante escribir a mano y en papel”, señala.
Gaubi incluye una serie de guías pedagógicas específicas para familias y profesores. Durante el proceso de juego-aprendizaje se analizan los logros desde el propio contexto del aula. Para ello, una vez completada cada prueba o fase, se genera un informe final que los propios jugadores podrán remitir a los profesores.
El informe recoge referencias relativas al nivel de juego, la regla o reglas ortográficas practicadas de acuerdo al currículum, la puntuación de nivel alcanzada, el tiempo consumido en cada nivel y el nombre del estudiante. La app incluye tres niveles diferentes de juego que responden a diferentes funciones pedagógicas. El primer nivel es el más mecánico de todos, y busca poner en práctica funciones cognitivas básicas de reconocimiento e identificación de elementos, atención y memoria, y el tercer nivel consiste en aplicar y crear contenidos.
En el proyecto de la app han participado profesores e investigadores de la UNED, la Universidad Rey Juan Carlos y la Universidad Pablo de Olavide. El trabajo ha contado con el apoyo de la Cátedra de Educación en Tecnologías Emergentes, Gamificación e Inteligencia Artificial (EDUEMER) de la Universidad Pablo de Olavide y la Cátedra Estratégica de Videojuegos, Gamificación y Juegos Serios de la Universidad de Málaga; y de Clara Cordero, consultora en gamificación y responsable de Aula abierta.
