La realidad virtual es una de las tecnologías más emergentes e innovadoras hoy día y son muchas sus aplicaciones. Por ejemplo, la empresa española Nesplora se basa en ella para analizar el comportamiento humano y tratar enfermedades mentales. Su fundadora es Gema Climent, con una trayectoria profesional siempre ligada al ámbito de la innovación, para poner estas nuevas tecnologías al servicio de fines prácticos. “Una actitud moldeada con el tiempo” que, tal y como ella misma reconoce, no está exenta de obstáculos y dificultades.
A las propias que conllevan la innovación, se añaden las específicas por ser mujer. Reconoce que se van superando pero que aún “hay que trabajar más en ello”. Precisamente, Gema Climent es una de las cuatro españolas finalistas al Premio europeo a las Mujeres Innovadoras que reconoce la labor de mujeres emprendedoras de éxito que han transformado sus ideas innovadoras en una realidad en el mercado. Una nominación que, más allá de lo personal, puede suponer “un signo de cambio” en positivo para la innovación hecha por mujeres en España.
Esta candidatura a los Premios europeos a las Mujeres Innovadoras 2017, reconoce tu apuesta por el emprendimiento y la innovación. Supongo que no será algo nuevo y que se trata casi de una actitud.
Sí, una actitud moldeada con el tiempo pero que debe tener un objetivo a largo plazo. La innovación pasa por proyectar a largo y trabajar a corto, por tener un gran sueño y trabajar diariamente para conseguirlo.
Cuatro de las finalistas son españolas. Supongo que eso significa que algo se está haciendo bien…
Desde luego es para pensarlo ya que es un premio al que no es fácil de acceder, el hecho de que cuatro mujeres españolas, de largo recorrido, representen en Europa la innovación más disruptiva es un signo de cambio.
Entre los objetivos del premio está concienciar a la sociedad europea de la necesidad de una mayor apuesta por la innovación y de un mayor número de emprendedoras. ¿Por qué las mujeres lo tenéis más difícil a la hora de apostar por la innovación y el emprendimiento?
Creo que es una dificultad que se va superando pero que todavía hay que trabajar más en ello. La colaboración en casa, el acceso a la conciliación y el no necesitar abandonar la profesión para tener hijos es lo que apoya que entre todos mejoremos la economía y la innovación europea. Si no se hace entre todos, aprovechando todos los talentos y todas las fuerzas de producción, no avanzaremos, o por lo menos lo haremos mucho más lentamente, y Europa no puede permitirse eso.
¿Has notado algo de todo esto en tu caso?
Claro, es muy difícil hacer esta carrera de fondo sin apoyo y sin conciliación. Crear una familia, ocuparse de casa e hijos, o se hace en pareja, o no veo la posibilidad de hacerlo a no ser que uno de los dos sacrifique su carrera y su profesión durante unos años, y eso puede hacer perder muchas oportunidades. En mi caso, ese apoyo familiar y la posibilidad de conciliar ha sido esencial.
Actualmente, en España, el número de investigadoras se mantiene en el 39%, igual que hace casi una década y el número de catedráticas sólo llega al 21%… ¿Qué haría falta para que cambien estas cifras?
Es el dato de otra carrera de fondo, no sé si será por lo que he comentado antes, evidentemente no es por falta de capacidad sino que se deberá a una falta de entramado social que fortalezca el acceso igualitario. Este premio es importante porque visibiliza el trabajo de mujeres que ofrecerán un modelo alternativo a las niñas y jovenes para su proyección futura, lo importante es que tengan modelos diferentes para que después elijan su profesión y carrera sin limitaciones.
Tu nominación a estos premios viene por ser fundadora de Nesplora, una empresa que, según dice en su web, analiza el comportamiento humano usando tecnologías emergentes. ¿En qué se traduce todo esto, cómo lo hacéis?
Hacemos diagnóstico de funciones cognitivas con realidad virtual que es lo más parecido a evaluar a la persona en el ambiente de su vida diaria. Además nos permite una evaluación rápida, estandarizada y objetiva. Queremos hacer marcadores cognitivos que nos ayuden a saber más del cerebro y a valorar mejor trastornos neuropsicológicos asociados a cualquier patología. Por ejemplo, en el caso de las patologías neurodegenerativas como el Alzheimer, el reto es detectar mediante test objetivos cuándo comienza el deterioro cognitivo, y por tanto cuándo empieza a ser difícil que una persona pueda seguir viviendo de manera autónoma.
¿En qué consisten vuestros tratamientos y a qué tipo de pacientes van dirigidos?
Existen más de mil millones de personas en el mundo que padecen un trastorno neurológico asociado a demencias, ictus, daño cerebral, trastornos del aprendizaje, los llamados trastornos mentales (esquizofrenia, depresión, ansiedad…) o cualquier tipo de problema donde se vea afectada la función cognitiva. Nuestras herramientas se dirigen a los profesionales que ven y tratan estas patologías, para ayudarles a interpretar mejor el deterioro cognitivo, sus repercusiones y los posibles tratamientos.
¿El futuro en los tratamientos de las enfermedades mentales pasa necesariamente por las nuevas tecnologías como la realidad virtual?
Desde nuestro punto de vista, si el test en realidad virtual tiene todas las condiciones de validez y cientificidad que se requieren (como es el caso de nuestros test), es la mejor manera de evaluar a una persona, la más rápida y la más objetiva. Si no evaluamos bien, los tratamientos tampoco son los más adecuados, por lo que todo pasa por una buena evaluación.
Pero no sólo estáis enfocados hacia otros temas tan preocupantes y candentes como el bulling, para el que habéis desarrollado un videojuego…
La realidad virtual ha sido una tecnología inmadura hasta hace muy poco. Mientras terminábamos nuestros tests, que son muy difíciles y costosos, Hemos hecho otros proyectos de tratamiento conductual, unos propios como un videojuego para prevención del bullying, un escenario de realidad virtual para distracción del dolor o productos a medida: un comunicador para personas con autismo (con fundación Orange, policlínica Gipuzkoa y Gautena), y un videojuego para trabajar conductas sexistas en adolescentes (un proyecto a medida de Emakunde y Gizonduz).