El pasado martes informamos en Innovaspain que un sargento 1º del Ejército de Tierra ha sido el ganador del Premio Generacción que organizan la Real Academia de Ingeniería, Fundación Cotec y Deloitte, en el capítulo de 'intraemprendimiento'. El hecho tiene su interés, en mi opinión, por varios motivos. Entre ellos, la buena noticia de que en las Fuerzas Armadas se puede hacer innovación. Y eso es importante, porque todo el material que rodea a los ejércitos modernos son de alta tecnología y de cambios muy rápidos.
Es decir, que, además de especialistas en lo que es el núcleo de su profesión, como es el armamento, tiene que haber una especialización importante en materias relacionadas con las TIC. Esto hace que las transformaciones sean rápidas, y adecuar los equipos a las nuevas necesidades o capacidades necesitan, además de un mantenimiento especializado, adecuaciones que tienen un alto grado de interés estratégico y económico, como lo demuestra el proyecto ganador, que ya es una realidad.
En realidad, de lo que hablamos es la necesaria introducción en una “empresa”, como lo son las FF.AA., de las metodologías que abren el camino de la innovación interna y que ya practican –o que deben practicar- todas las empresas, sean grandes o pymes. Esto es, que hay que contar con el talento interno. En este caso, ya nos lo contaron en el Anuario de la Innovación en España 2019 dos oficiales al hablar del liderazgo en el ejército, uno de los temas centrales de la estructura militar.
El otro aspecto a remarcar es la formación del ganador, Diego Rius, un técnico FP, que, como muchos, son profesionales de un alto nivel técnico, un capítulo en el que España debe mejorar mucho. Recomiendo ver su intervención, porque hace dos cosas absolutamente necesarias en un mundo que, como el de hoy, no caben muchas aventuras solitarias: destacar el apoyo y el trabajo de todo su equipo y destacar el apoyo de los mandos para poder llevar a cabo su proyecto. Un ejemplo a seguir.
La Formación Profesional es un tema crucial cuando hablamos de digitalización, de modernización y de innovación en general. Hay gente que tiene ideas; hay gente que sabe qué cálculos hay que hacer para determinadas cosas; pero, casi lo más importante, es que haya gente que haga que todo funcione, que sepa ver errores y soluciones al momento y esos son los técnicos en la materia: los que trabajan directamente y día a día con una máquina o cualquier otra herramienta.
Hay mucho talento en esos escalones intermedios a los que, en demasiadas ocasiones, no se les dan las oportunidades adecuadas, precisas y en el tiempo necesario. Como miembro del jurado del premio que he citado, pero también de otros en los que tengo la suerte de participar, o como mentor, he conocido a mucha gente emprendedora, pero con estas características de innovación muy valiosas, más allá de la titulación académica que tengan. Por eso creo que hay que destacar este premio.
En estas últimas semanas, el número de gente sensible a la situación económica ha crecido exponencialmente, según mi apreciación, porque somos conscientes de que estamos en un momento crucial para no perder el tren del desarrollo continuado. La puesta en marcha del curso escolar ha sido un tema que nos ha hecho más sensible a la educación como generador de talento. Ese debería ser el objetivo y cuantos más “Diegos Rius” u otros ganadores de los premios Generacción tengamos, mucho mejor. Enhorabuena a todos los ganadores y a todos los que han tenido la valentía de presentarse. Son ellos los que abren el camino al futuro.