Hasta el 15 de diciembre, la compañía española GMV estará realizando las pruebas finales de varias misiones de servicio en órbita y de exploración planetaria del programa del Clúster de Investigación Estratégica (SRC) de la Comisión Europea (H2020) en el Sáhara –como terreno análogo a Marte–. Entre ellas, actividades como el diseño, fabricación y prueba de bloques de construcción robóticos comunes de alto rendimiento para operaciones en entornos espaciales a través de seis proyectos.
Pero, en total, son tres los bloques tecnológicos que lidera GMV. El primero es ESROCOS, una iniciativa para crear un software capaz de controlar un robot espacial en todas las fases de cualquier misión; el segundo es ERGO, destinado a desarrollar un sistema de autonomía para planificar, programar y prever la ejecución de actividades elementales de los sistemas robóticos; y, por último, FACILITATORS, que pretende proporcionar escenarios planetarios para el resto de proyectos, –incluyendo la preparación de las instalaciones para la validación de estos sistemas y organizar las pruebas–.
Las dos primeras se están llevando a cabo desde septiembre –todas con éxito–, pero es ahora cuando el tercero de los bloques, FACILITATORS, las está probando. “La fase de pruebas en entorno no controlado es clave en esta primera parte del Clúster SRC, ya que validará estas aplicaciones robóticas, que no solo sientan las futuras necesidades en exploración y explotación espacial, sino que también revelan su potencial impacto en otras áreas de robótica en tierra, como la agricultura, la automoción, la minería, la energía nuclear, o incluso en aplicaciones submarina” declara Mariella Graziano, directora del Segmento Espacial y Robótica de GMV.
Sobre todo ERGO, el sistema de autonomía de actividades de robots, está siendo el eje de las pruebas fuera del laboratorio. Y lo están haciendo a través del Rover SherpaTT, un robot “veterano” que en 2016 ya participó con éxito en una misión espacial simulada en el desierto de Utah (EE.UU.). “Utiliza una pionera tecnología robótica diseñada y desarrollada para llevar a cabo una misión de larga distancia de forma totalmente autónoma con el objetivo de tomar una muestra de suelo en un destino remoto”, explica. “Al hacerlo tiene que planificar su propio camino y reaccionar ante situaciones imprevistas y adaptarse a las cambiantes condiciones del terreno y superar obstáculos”.
GMV ha proporcionado dos vídeos en los que se explica de manera detalla el funcionamiento de estas pruebas: