“Cuando dijeron mi nombre y me levanté para dar el discurso, varios compañeros se quedaron boquiabiertos porque no sabían nada, era un secreto que apenas compartíamos 4 o 5 personas”. Son palabras del investigador de la Escuela Politécnica Superior de la Universidad de Mondragón, Gorka Ortiz de Zarate, después de convertirse en el primer español galardonado con la Medalla Taylor -‘The Frederick Winslow Taylor Medal’- de fabricación avanzada.
El investigador ha recogido el premio durante la celebración en Bilbao de la 71 Asamblea General del CIRP, la Academia Internacional para la Ingeniería de Producción, integrada por más de 650 miembros del mundo de la industria y la investigación procedentes de 40 países. Ortiz de Zarate ha sido reconocido por el trabajo de investigación realizado durante su tesis doctoral, orientado a la modelización del mecanizado de piezas críticas en las industrias aeronáutica y de automoción.
Cuatro años de trabajo
“Es un trabajo que empieza en 2017, con un primer braisntorming canalizado en distintas estrategias”, explica a Innovaspain. “Miles de ensayos después”, obtuvieron resultados lo bastante robustos como para lanzarse y enviar un artículo a la publicación oficial del CIRP. El feed back de los revisores resultó muy positivo, una inyección de optimismo que llevó al equipo investigador a presentarse a la Medalla Taylor. “Después de un año de deliberaciones, recibí un mail con la resolución. En el plano laboral, fue uno de los días más felices de mi vida”, asegura Gorka Ortiz de Zarate.
El investigador detalla que, en el terreno de la digitalización y la Industria 4.0, desarrollar modelos digitales predictivos sólidos es clave. “Nos ayudan a saber qué ocurre en una planta industrial en todo momento y, sobre todo, poder anticiparnos y actuar con la máxima eficiencia”.
El trabajo se centra en una nueva metodología para caracterizar uno de los parámetros de entrada que consideran más críticos. “Lo orientamos hacia la caracterización de la fricción o rozamiento entre la viruta y herramienta durante el proceso de mecanizado para desarrollar modelos predictivos más fiables que sin duda permitirán optimizar los procesos de mecanizado de los componentes”.
Gorka Ortiz de Zarate ha desarrollado una tecnología que mide experimentalmente las tensiones normales y tangenciales de la zona de contacto entre la viruta y la herramienta, a partir del cual se puede extraer un modelo de rozamiento que permita mejorar los resultados obtenidos en la modelización del proceso de corte.
Innovación
Además de máquinas de electroerosión, tornos o dinamómetros, en la investigación ha intervenido tecnologías punteras como una cámara termográfica de alta velocidad. “A las ventajas habituales que aporta estas cámaras, sumamos una rapidez brutal, ya que el mecanizado precisa de una frecuencia de muestreo muy elevada; los procesos se suceden en milisegundos. También utilizamos un microscopio electrónico de barrido (SEM) con el que detectar la presencia de deposiciones de distintos materiales adheridos a la ranura fabricada”.
El joven destaca el buen posicionamiento nacional e internacional del País en fabricación avanzada. “Lo difícil es mantenerse. Por la parte que nos toca, en la Universidad de Mondragón nos centramos en una investigación cuyo propósito es ser transferida a la industria. El 90 % de lo que hacemos tiene detrás a una empresa. Solo en raras ocasiones generamos conocimiento cuya aplicabilidad queda en suspenso y supeditada a evoluciones futuras”. En cada proyecto que acomete, Gorka Ortiz de Zarate gana conocimiento valioso que después transmite en las aulas -es profesor de Procesos de Fabricación- y en otras investigaciones.
Grandes retos
La fabricación avanzada se encuentra en un momento crucial por distintas razones que están siendo analizadas estos días en Bilbao. El investigador de la Universidad de Mondragón destaca algunos retos importantes, con la transición al vehículo eléctrico a la cabeza. “Cada vez son más y el problema principal radica en que lo hecho hasta ahora para motores de combustión sirve de poco. El número de piezas se reducirá drásticamente. Muchos proveedores tendrán que adaptarse y modificar su actividad principal o desaparecerán”.
Ortiz de Zarate apunta que otro punto fundamental tiene que ver con mitigar o eliminar el impacto ambiental, “sobre todo el que generan los desechos del mecanizado”. Existen aceites que la industria tiene que dejar de utilizar a corto plazo. “Estamos en una fase a caballo entre la ciencia y la industria en lo que afecta a algunas alternativas como el nitrógeno líquido o distintos lubricantes sólidos. Tenemos mucho trabajo de análisis por delante”.
El investigador llama además a potenciar todo lo que tiene que ver con la digitalización de la industria en un mundo híper conectado. “Lo ideal es que el día de mañana podamos saber si una herramienta se está desgastando o si una máquina tiene un problema desde el móvil o la tablet. El laboratorio conectado es un ámbito en el que tenemos que trabajar a fondo”.
Gorka Ortiz de Zarate acabó la tesis en diciembre y admite que ahora disfruta de esta fase de investigador postdoctoral que puede dedicarse a varios proyectos distintos. “Estoy muy integrado en la Universidad de Mondragón, donde se lleva a cabo una investigación de alta calidad. Cada día es un reto en el que aprendo cosas nuevas”, concluye.