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El grafiti como forma de innovación y de denuncia social

Plena Inclusión Madrid grafiti

“Andábamos sin buscarnos, pero sabiendo que andábamos para encontrarnos”. Esta famosa frase de Julio Córtazar se puede encontrar grafiteada en los pasillos del Metro de Madrid gracias al proyecto de Plena Inclusión MadridMás Cultura, Más Inclusión’, una iniciativa financiada por Fundación Repsol dedicada a defender la capacidad de las personas con discapacidad intelectual, tanto para ser consumidores de cultura, como para ser verdaderos artistas y trabajadores del sector. Así, con la ayuda de los artistas urbanos del colectivo Boa Mistura, esta innovadora campaña pretende concienciar a aquellos que cruzan rápidamente por los andenes del Metro de que estas personas también tienen derecho a expresarse a través del arte.

“Nos ha parecido una magnífica idea comunicar este mensaje, y de paso, unir a verdaderos artistas con personas de nuestra institución, que cabe decir que, en su mayoría, tienen una gran vena artística”, declara Silvia Sánchez, directora de Comunicación y Relaciones Institucionales de Plena Inclusión Madrid. Explica que desde Boa Mistura ya habían utilizado este tipo de iniciativas para personas con riesgo de exclusión, pero que ellos no estaban acostumbrados a coger los sprays para grafitear. “Nos ha parecido muy innovador hacerlo en el Metro de Madrid, un lugar tan transitado donde podemos trasladar mejor nuestro mensaje a la sociedad. Que miren a la persona, no a la discapacidad”, afirma.

Junto con la colaboración de Fundación Repsol, ya han tenido la oportunidad de trabajar con la Compañía Nacional de Danza o la Real Escuela Superior de Arte Dramático en sus tres años de vida. Pero parece que este tipo de iniciativas no son suficientes. Aunque entre sus filas cuenten con personas que ya trabajan en este ámbito, e incluso como protagonistas en danzas u obras de teatro, parece que la sociedad todavía no piensa demasiado en las personas con discapacidad que quieren disfrutar, de verdad, de la cultura.

“Una de nuestras demandas es que las personas con discapacidad puedan ser consumidoras de cultura. Si tú quieres ir al cine o a cualquier otra actividad, ellos también. La dificultad que se encuentran es que, a veces, necesitan una persona de apoyo que les acompañe. El ocio entonces se encarecería, pues la entrada valdría el doble. Hay que tener en cuenta que muchas familias de este tipo ya tienen un sobresueldo económico (que puede llegar a los 27.000 euros al año). De esta forma, el arte, para ellos, se hace superfluo y casi de lujo. Por eso esperamos que se permita el acceso gratuito para esa persona de apoyo”, explica.

De momento no tienen una colaboración futura con los artistas de Boa Mistura, pero Sánchez asegura que “esperamos seguir colaborando con ellos, al igual que ellos con nosotros, pero seguiremos haciendo otros proyectos”. Quizá esa frase de Rayuela (que como dicen desde la Fundación Repsol: “fue una de las novelas con más impacto de la época”) les proporcione la visibilidad que piden.