Las granjas lecheras también tienen espacio para las aves que cruzan la campiña cantábrica. Por ello, Nestlé, en colaboración con SEO/BirdLife, ha presentado un proyecto que les ha permitido crear un censo de las especies presentes en esta zona. De este modo, se protege la biodiversidad del territorio y se aprovechan las explotaciones para conservar estas especies identificadas.
Y no son pocas: el estudio ha constatado la gran riqueza de aves que alberga esta zona, con la presencia de 116 especies -92 en el período de primavera y verano y 86 en invierno, especifican- en las granjas. Y eso que, en los últimos 40 años, Europa ha perdido el 57% de sus aves vinculadas a las tierras agrícolas.
Felipe González, responsable del proyecto en SEO/BirdLife, explica que en Europa, en estos momentos, se ha estudiado el declive que están sufriendo las aves vinculadas a los medios agrarios, particularmente en la cornisa cantábrica. Las granjas lecheras son un “importante refugio” para que sobrevivan.
Según él, el paisaje agrario es el que está conformado por la actividad ganadera y, por tanto, es muy importante que estas actividades se realicen en sintonía con la biodiversidad, “de manera que podamos tener una imagen clara de cuál es la biodiversidad asociada a las explotaciones lecheras y que, además, podamos trabajar para que esa biodiversidad no desaparezca, sino que se incremente”.
Por tanto, es muy importante tener esta primera imagen de cómo es esta biodiversidad y para ello están haciendo este estudio de una serie de explotaciones para ver las aves vinculadas a estas granjas lecheras, pero también “conocer de primera mano la opinión y la percepción que tienen los ganaderos de esta naturaleza, de manera que podamos establecer un plan que permita acometer una serie de medidas que incrementen o conserven esta biodiversidad existente en estas granjas lecheras”.
Un censo a futuro
Este censo de las aves de la campiña cantábrica ha traído varias sorpresas. En él han participado 15 granjas lecheras de las 200 con las que colabora Nestlé y han encontrado una representación mayoritaria de aves vinculadas a medios agrarios (43 especies), “pero también un grupo muy numeroso de especies forestales (35 especies), algunas asociadas a la vegetación arbustiva (9 especies), otras eminentemente urbanas (8 especies) e incluso algunas acuáticas y marinas (16 y 5 especies, respectivamente)”, indican desde Nestlé.
Asimismo, más de la mitad de las aves agrarias registradas en este estudio -25 de las 43 especies presentes en primavera y verano- se encuentran a nivel nacional en declive. “De esta manera, se confirma que las granjas lecheras son un importante refugio para estas especies de aves vinculadas a la agricultura con poblaciones en declive”.
El papel de las granjas
Aunque trabajarán en más medidas para proteger mejor a las aves en las granjas lecheras, han lanzado un plan de biodiversidad con buenas prácticas para mejorar este cuidado. De hecho, desde Nestlé proponen reducir del uso de fertilizantes y plaguicidas, reducir la intensidad en la gestión de pastos permanentes, sembrar alimento y cobertura para aves y polinizadores o crear franjas o márgenes de protección alrededor de los campos.
Además, proponen plantar árboles y setos, muros vivos o sebes; practicar el barbecho y hacer que descansen las tierras de cultivo; crear charcas; colocar cajas nido y refugios para murciélagos o controlar a las especies invasoras.
La idea final: conseguir que al menos el 10% de la superficie de las granjas lecheras sean de alto valor natural, siguiendo así las recomendaciones científicas incluidas en el Pacto Verde Europeo.