Los retos para lograr una economía europea descarbonizada son enormes. El proceso requiere cambios a todos los niveles. Se trata de encarar una profunda transformación desde tres pilares: una nueva legislación, inversiones públicas y privadas con la sostenibilidad en el centro, y constantes acciones de formación. “2050 es pasado mañana. Nos tenemos que poner las pilas rápido”, aseguraba hace unos días Jorge Portillo, CEO y cofundador de GreeMko.
La empresa tecnológica, experta en la gestión ambiental completa para empresas y administraciones, ha llevado a cabo un proyecto piloto -“Cálculo y etiquetado, con blockchain, de la huella de carbono del CIEC (Centro de Innovación de Economía Circular del Ayuntamiento de Madrid) y de los servicios que presta”- auspiciado por Madrid Innovation Lab (MIL), el espacio de IA y tecnologías disruptivas impulsado por el actual equipo de gobierno municipal.
Un giro obligado
“Ayudamos a las organizaciones a medir el impacto, a ser más transparentes y a reducir emisiones”, señalaba Portillo. “La tecnología y la innovación son las palancas necesarias para seguir cumpliendo con los objetivos impuestos”. El emprendedor añadía que, “lamentablemente”, por lo general, las áreas de sostenibilidad ambiental de las empresas y de las administraciones “se parecen demasiado a los departamentos de contabilidad de hace 30años”.
“Los datos que recogen”, continuaba Portillo, “siguen orientados casi en exclusiva a los reportes. Ni los explotan ni les extraen valor. La digitalización está poco vinculada a estas actividades, lo que afecta a la ausencia de trazabilidad y transparencia, además de multiplicar los errores”.
Ante esta problemática, entra en escena GreeMko. “Traemos la digitalización a estos entornos para facilitar que los encargados de gestionar el medioambiente en las organizaciones puedan dedicarse a lo importante: reducir el impacto”. Lograrlo implica, según Portillo, conocer mejor de dónde vienen los impactos, cómo se originan y cómo evolucionan. “De este modo, la toma de decisiones para mejorar y reducirlos es mucho más sencilla y fundamentada”.
Visión 360 grados
Una de las principales armas de GreeMko (a ello se dedica la mitad de su plantilla) es un software propio que adaptan a las necesidades de cada cliente. “Da igual el sector, el tamaño de la organización o su grado de madurez en la ruta hacia la sostenibilidad. Somos capaces de diseñar un traje a medida que abarca la huella de carbono y muchas otras variables. Aportamos una solución todo en uno para medir, gestionar, reducir y elaborar reportes”.
En el caso específico de la huella de carbono, GreeMko cubre y analiza los tres alcances posibles con diferentes planes, de lo básico a la versión más ‘pro’: Alcance 1 (emisiones directas), Alcance 2 (emisiones indirectas procedentes de la compra de electricidad, vapor , calor, etc.) y Alcance 3 (el resto de fuentes de emisiones indirectas, correspondientes a toda la cadena de suministro de la organización).
Jorge Portillo afirmaba que el alcance 3 es el más complejo de medir. “Debemos tener en cuenta que las grandes organizaciones pueden trabajar con miles de proveedores, cada uno de los cuales tienen sus propias emisiones. Empresas y administraciones empiezan a estar realmente limitadas por las nuevas regulaciones, pero cuando piden datos ambientales a su cadena de suministro, la respuesta deja mucho que desear. Nosotros lo hacemos de forma sencilla”.
Transparencia
GreeMko apuesta por una gestión ambiental activa. “Acompañamos al cliente desde el principio. Les mostramos una ‘película’ a lo largo de todo el año con todos los datos de su huella de carbono, no la foto del reporte anual. Medimos de manera precisa y detallada. El resultado son planes de reducción que se ajustan a cada cliente en función de sus necesidades”.
A avanzar a buen ritmo les ayuda un algoritmo capaz de asociar qué factor de emisión corresponde a cada consumo energético y calcular así la huella de carbono. Los datos son capturados automáticamente. “Reducimos la posibilidad de error. Una persona de GreeMko valida cada dato que, al igual que la descarga del reporte, recibe una ‘inyección’ de blockchain. De este modo, el cliente puede reportar a terceros con total transparencia”.
Los beneficios de una gestión ambiental activa son para Jorge Portillo, indudables. “Los clientes pueden aproximarse a los ODS, cumplir normativas, acceder a licitaciones más exigentes con criterios medioambientales y a nuevas formas de financiación. La marca o el ayuntamiento en cuestión se posicionan, ganan en competitividad y son capaces de atraer y retener más talento joven, preocupado por el propósito de las organizaciones donde trabajan”.
Entre sus clientes –todos renovaron la licencia con GreeMko en 2023- están Renfe, ECOALF, Metrovacesa, Suma Capital o González Byass. Varios ayuntamientos de Castilla-La Mancha han confiado en la startup para articular su registro de huella de carbono ante el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico. “Así pueden acceder a financiación con la que acometer planes de reducción de impacto”.
Apoyo del Ayuntamiento de Madrid
La empresa fue una de las galardonadas en los premios del Ayuntamiento de Madrid al Mejor proyecto en Blockchain y Tecnologías Avanzadas en 2022 dentro del reto de Energía. En el piloto desarrollado en el CIEC, han calculado la huella de carbono de la organización (considerando los tres alcances) y han etiquetado los servicios formativos que presta el centro a estudiantes, emprendedores o empresas. “Es decir, cuánta huella de carbono genera una unidad o acción formativa”. Según Portillo, que esta transición sea un éxito depende en buena medida de las ciudades. “Han de jugar un papel protagonista como motores de una economía libre de emisiones. Es relevante que la ciudad sea proactiva en la atracción de más empresas que ayuden a completar con éxito estos procesos”.
En una línea similar, el concejal delegado de Innovación y Emprendimiento del Ayuntamiento de Madrid, Ángel Niño, señalaba que el apoyo de las ciudades a los proyectos es fundamental para que las ideas se traduzcan en mejoras reales para la ciudadanía.
“El caso de GreeMko –que nació en la capital, desde la que sigue operando a día de hoy- demuestra que debemos apostar por la innovación y la tecnología, que son las que marcan el camino”, añadía Niño. “Por desgracia, la gran innovación disruptiva se origina en Europa. Es algo sobre lo que debemos seguir reflexionando y trabajar para cambiar el rumbo. En España están los mejores investigadores, tecnólogos y directivos. Debemos apostar por que se queden aquí. Desde el ayuntamiento lo intentamos a través de 13 centros de apoyo al emprendimiento y la creación de startups”.