Las Islas Baleares han sido elegidas por el Fuel Cell and Hydrogen Joint Undertaking (FCH JU), de la Comisión Europea, para albergar el proyecto Green Hysland. Este, que hará que España se convierta en el primer país mediterráneo en recibir esta financiación, pretende crear un ecosistema de hidrógeno verde. Con él, se generará, distribuirá y utilizará al menos 300 toneladas de hidrógeno renovable al año a partir de la energía solar.
El objetivo principal que tendrá Green Hysland es reducir las emisiones de CO2 de Mallorca en hasta 27.000 toneladas al año. Además, dentro del proyecto también incluirán la elaboración de estudios y modelos de negocio para replicar el proyecto en otras islas dentro y fuera de la Unión Europea. En total, 10 millones de euros de subvención, la segunda mayor subvención concedida por este organismo a un proyecto de hidrógeno verde.
El consorcio que lo llevará a cabo está formado por un total de 30 socios de 11 países diferentes –nueve europeos, Chile y Marruecos–. El coordinador es Enagás, y está impulsado por Acciona, Cemex y Redexis dentro de un plan de restauración de los terrenos de Cemex en Lloseta. Entre otros, también se encuentra presente las universidades de las Islas Baleares y de La Laguna, Fundación Hidrógeno Aragón, el propio municipio de Lloseta o la Asociación Española del Hidrógeno.
Además, cabe recordar que Green Hysland también tiene relación con el Gobierno de España, ya que se han basado en su ‘Hoja de Ruta del Hidrógeno: una apuesta por el hidrógeno renovable’. En esta estrategia se busca llegar al año 2030 a los 4 gigavatios de capacidad de producción y movilizando una inversión total estimada de 8.900 millones de euros.
Hidrógeno verde en Mallorca
Pero, ¿para qué servirá exactamente el proyecto Green Hysland? La nota del consorcio explica que el hidrógeno verde tendrá "múltiples aplicaciones en la isla, priorizando el consumo directo del hidrógeno renovable”. Por ejemplo, “en el suministro de combustible a flotas de autobuses y vehículos de alquiler de pila de combustible, la generación de calor y energía para edificios comerciales y públicos, el suministro de energía auxiliar a ferris y operaciones portuarias y la creación de una estación de abastecimiento”.
Del mismo modo, “se valorará la posibilidad de que parte de este hidrógeno verde se inyecte en la red de gasoductos de la isla, a través de un Sistema de Garantía de Origen, lo que permitirá descarbonizar el suministro de gas”. Cabe recordar también que la iniciativa “requiere una inversión total de aproximadamente 50 millones de euros, incluida la generación de electricidad renovable y el equipamiento para los usos finales del hidrógeno verde”.
Green Hysland comenzará su desarrollo en 2021 y se prevé que durará hasta el 2025. Por otro lado, también se permitirá crear un plan de acción para las llamadas "islas de hidrógeno". Así, Mallorca servirá de modelo a replicar en otros cinco territorios insulares (Tenerife en España, Madeira en Portugal, Aran en Irlanda, Ameland en los Países Bajos y las islas griegas) y, a su vez, formará parte de una red de intercambio de experiencias dentro de la iniciativa europea ‘Energía limpia para las islas de la UE’.
[Le puede interesar: Mallorca y Menorca, conectadas energéticamente bajo el agua]
La importancia del hidrógeno verde para la UE
Según un comunicado compartido de la Comisión Europea, del pasado julio, ahora mismo el hidrógeno disfruta de una atención renovada y en rápido crecimiento en Europa y en todo el mundo. Explican que “se puede utilizar como materia prima, combustible o portador y almacenamiento de energía, y tiene muchas aplicaciones posibles en los sectores de la industria, el transporte, la energía y la construcción”.
Aún así, lo más importante es que no emite CO2 y que casi no contamina el aire cuando se usa. Por ello se ofrece como una solución para descarbonizar procesos industriales y sectores económicos donde reducir las emisiones de carbono es urgente y difícil de conseguir. “Todo esto hace que el hidrógeno sea esencial para respaldar el compromiso de la UE de alcanzar la neutralidad en carbono para 2050 y para el esfuerzo global por implementar el Acuerdo de París mientras se trabaja hacia la contaminación cero”.
Sin embargo, hoy en día, el hidrógeno representa una fracción modesta de la combinación energética mundial y de la UE, y todavía se produce en gran medida a partir de combustibles fósiles 1, en particular a partir del gas natural o del carbón, lo que genera la liberación de 70 a 100 millones de toneladas de CO2 al año en la UE.
“En el pasado, ha habido picos de interés en el hidrógeno, pero no despegó. Hoy, la rápida disminución de los costos de las energías renovables, los avances tecnológicos y la urgencia de reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero abren nuevas posibilidades”.
Reacciones institucionales
Sara Aagesen, secretaria de Estado de Energía de España, ha declarado sobre Green Hysland que “España está en disposición de aprovechar todo el potencial asociado al hidrógeno renovable, que no solo será clave en lograr la neutralidad climática, sino que representa una interesante palanca de generación de empleo y actividad económica. El momento de iniciar este camino es ahora y proyectos como este, que además son escalables a otros entornos insulares de nuestro país, suponen una excelente oportunidad”.
Por su parte, el vicepresident i vonseller de Transición Energética y Sectores Productivos del Govern balear, Juan Pedro Yllanes, ha indicado que, para Baleares, “es muy importante la implicación del sector público en este tipo de proyectos que serán claves para la reconstrucción económica de nuestra Comunidad Autónoma pero también del Estado. Además, este proyecto no solo potenciará la reindustrialización basada en las renovables, sino que también aportará conocimiento, investigación e innovación. Es un hito que Baleares tiene que aprovechar para impulsar la diversificación del modelo productivo con nuevos puestos de trabajo estables y de calidad”.
Por último, desde Europa, Bart Biebuyck, director ejecutivo de la Fuel Cell and Hydrogen Joint Undertaking, ha afirmado que, como parte de la FHC 2 JU Call 2020, “nos llenó de satisfacción ver el gran interés que las islas europeas mostraron en el desarrollo de ecosistemas de hidrógeno. Actualmente estamos preparando el acuerdo de subvención del proyecto Green Hysland en la isla de Mallorca y esperamos poder empezar a trabajar pronto con un consorcio de este calado. Green Hysland sería el primer valle de hidrógeno en una isla europea y va a demostrar la capacidad del hidrógeno para descarbonizar las islas (una región entera) a una escala sin precedentes".