Todo el mundo busca la sostenibilidad en sus procesos, y más cuando se trata de packaging y embalaje. Greenpack va más allá buscando no contaminar en un mundo tan difícil como el de las baterías eléctricas, más sensibles y peligrosas para el transporte que otros materiales. Para ello, Aidimme, coordinador del proyecto, busca caracterizar diferentes celulosas para comprobar la amortiguación y que puedan ser perfectamente válidas para esta misión.
Además de esta caracterización de celulosas —en las que también comprobarán su capacidad para recibir golpes repetitivos o impactos aislados—, se investigará la influencia de determinados parámetros en el comportamiento de los embalajes y se mejorarán sus factores de seguridad y resistencia frente a agentes externos. Y, en tercer lugar, Greenpack clasificará los requisitos para validar el transporte seguro de las baterías eléctricas, sobre todo las basadas en ion-litio en estado sólido, o en pilas de combustible de hidrogeno, para uso en vehículos.
Entre estos objetivos, cabe destacar que ya, a febrero de 2025, se han llevado a cabo informes de los tres. Del primero, de la evaluación de la capacidad de absorción de impacto, se ha permitido determinar la idoneidad de materiales como la fibra de Kenaf para su uso en condiciones de distribución logística.
«Los resultados obtenidos indican que los materiales celulósicos presentan una capacidad de absorción de impacto adecuada para productos ligeros, lo que los convierte en una opción viable para la protección durante su transporte», aseguran en la evaluación de Aidimme.
En cuanto al segundo, del desarrollo y pruebas de un sistema de embalaje de amortiguación, se han hecho pruebas que han incluido la exposición a vibraciones y choques, así como a variaciones de temperatura y humedad ambiental, demostrando que mantiene su integridad. Y en cuanto al último, sobre los requisitos de las baterías de ion-litio, se ha investigado sobre aspectos críticos como «la resistencia a impactos, y la impermeabilidad, asegurando que los embalajes cumplan con las normativas y estándares de seguridad vigentes».
¿Qué se ha obtenido hasta ahora?
«En conclusión, el proyecto Greenpack ha demostrado que es posible desarrollar sistemas de embalaje sostenibles y seguros, contribuyendo a la reducción de la huella de carbono y mejorando la seguridad en el transporte de productos sensibles y peligrosos. Con estos resultados, el futuro del embalaje sostenible parece prometedor», aseguran desde Aidimme.
Pero ¿qué se ha obtenido hasta ahora? Entre las innovaciones investigadas, cabe destacar la caracterización de la fibra de Kenaf, que «ha demostrado ser un material de amortiguación eficaz, incluso en condiciones de alta humedad, posicionándose como una alternativa sostenible al poliestireno expandido». Asimismo, los sistemas de protección diseñados con Kenaf han mostrado «resultados satisfactorios en pruebas de amortiguación, destacando su capacidad para proteger productos en condiciones ambientales estándar», explican en sus informes.
Por otro lado, sobre su investigación en embalajes sostenibles para baterías de ion-litio y pilas de combustible de hidrógeno, cabe destacar que las baterías de estado sólido ofrecen «mayor densidad energética, mejor seguridad, mayor vida útil y mejor rendimiento en temperaturas extremas, ideales para vehículos eléctricos». Sobre las segundas, que ofrecen «cero emisiones contaminantes, autonomía extendida, recarga rápida y son ideales para aplicaciones de largo alcance y transporte pesado».