La casa de la mítica marca Grefusa está en Alzira, en Valencia. Esta localidad se encuentra en el Valle de la Casella, que limita con la Murta y la Casella (parajes naturales protegidos) y que se considera como el pulmón de la región. Por ello, entre otras muchas razones, la compañía ha firmado un acuerdo con Fundem (Fundación Enrique Montoliu) para llevar a cabo proyectos sostenibles y, de este modo, preservar y proteger la zona.
Hablamos con Bernardo Gregori, director de Sostenibilidad y Relaciones Institucionales de Grefusa, que cuenta que esta unión tiene su origen en un encuentro reciente que tuvo con el presidente de Fundem, Enrique Montoliu, durante una actividad en el Valle de la Casella. “La conexión inicial se basó en intereses compartidos por mejorar el entorno natural, lo cual ha permitido generar una sinergia positiva y propuestas conjuntas para actuaciones ambientales en esa área”, asegura.
Además, explica que, a través de este acuerdo se convertirán en socio patrocinador de Fundem, lo que se traduce en una donación anual destinada a la protección y recuperación del medioambiente, además de colaborar en la concienciación sobre la importancia del cuidado de nuestro entorno. "En este sentido, el prestigio de Fundem, respaldado por el compromiso personal de Enrique Montoliu, quien ha donado lugares tan emblemáticos como el jardín de L'Albarda, ha sido determinante en nuestra decisión de establecer la alianza".
Gregori recuerda también que el Valle de la Casella es la casa de Grefusa, y que la compañía valencia, al fin y al cabo, es una empresa familiar “muy fiel” a sus raíces locales y “valores muy fuertes” de comunidad. “El Valle de la Casella es un lugar muy querido por todos los alcireños, es donde tenemos la sede”.
Y apunta de nuevo: “Concretamente, este valle destaca por ser un área de alto valor ecológico con paisajes de gran belleza natural, considerados como pulmones verdes muy apreciados por los habitantes de Alzira. Además, el Valle de la Casella limita con el paraje natural protegido de la Murta y la Casella, lo cual refuerza su importancia como un entorno que merece ser conservado y protegido”.
Los proyectos de sostenibilidad
Bajo este acuerdo, Grefusa y Fundem han delineado una serie de proyectos de sostenibilidad destinados a promover la conservación ambiental y proteger este valioso entorno natural. Una de las iniciativas clave será la implementación de actividades de concienciación ambiental directamente en el paraje. El objetivo, básicamente, es “educar y capacitar" a la comunidad local sobre prácticas sostenibles que puedan ser adoptadas en su vida diaria para preservar el entorno natural del Valle de la Casella.
Además de la concienciación, se llevarán a cabo proyectos prácticos orientados a la preservación ambiental la limpieza del terreno, una medida crucial para minimizar los riesgos de incendio que históricamente han amenazado la integridad del paraje natural, especialmente en relación con el cercano paraje protegido de la Murta y la Casella.
Finalmente, a través de este convenio, también buscan promover activamente el voluntariado entre la comunidad local y los interesados en apoyar la conservación del Valle de la Casella. “El voluntariado fortalecerá el sentido de pertenencia y responsabilidad compartida hacia la protección del medioambiente en esta área tan querida por los residentes de Alzira y visitantes por igual”, considera Gregori.
De ‘Huella Positiva’ a trabajos silvícolas
Cabe destacar que en Grefusa, como recuerda su director de Sostenibilidad, creen en la gestión por valores. “De hecho, tenemos 7 Grefuvalores y nuestro Grefuvalor "Dejamos Huela Positiva" está basado nuestra estrategia sostenible actuando en cuatro ámbitos: Medioambiente, consumidor, personas y comunidad. Y este proyecto se enmarca en el primer pilar, con foco en el entorno más cercano, permitiéndonos avanzar en nuestro propósito de generar un impacto positivo en la región”.
Así, además de los proyectos específicos mencionados anteriormente para el Valle de la Casella, como la limpieza y mantenimiento del terreno para reducir el riesgo de incendios y otras iniciativas orientadas a restaurar y mejorar los hábitats naturales dentro del valle, ejecutarán un plan de gestión de la masa forestal.
“Este plan de gestión será referente en el arco mediterráneo, aplicando actuaciones y medidas que deberían ser la norma común pero que, desgraciadamente, se realizan en muy pocas ocasiones. A través de trabajos silvícolas, la reducción progresiva de la densidad del pinar o la incorporación de especies y de refugios temporales para el aumento de la biodiversidad lograremos nuestro objetivo de conservación y mejora del patrimonio natural, siempre buscando la participación y la vinculación de la comunidad con este proyecto”, reitera Gregori.