En 2017, los activistas Marc Coloma y Bernat Añaños se propusieron impulsar la transición hacia un mundo en el que los animales estuviesen fuera de la ecuación de producción de proteína. El reto era complejo, y más teniendo en cuenta el objetivo final: dejar obsoleto el actual sistema alimentario. Heura, la startup creada por ambos emprendedores, ha evolucionado en estos tres años hacia el que probablemente sea el hito más relevante de la industria plant based: el desarrollo del primer análogo de grasa hecho a base de aceite de oliva virgen extra. O como Marc Coloma lo define, "la hamburguesa más saludable del mundo".
El producto tiene un 85% menos de grasa saturada que la ternera y será el primero que Heura lance con esta nueva fórmula. Entre sus ventajas, permitirá expandir su rango de productos con unos nutricionales que empujen el crecimiento del sector. "Para que logremos una alimentación totalmente saludable hay que empoderar a la gente generando concienciación sobre el impacto de la comida", asegura Coloma. En este sentido, el responsable detalla que "los formatos cárnicos son los que más gustan a la sociedad y son los más consumidos".
Esta es la razón por la que Heura ha apostado por una hamburguesa. La bautizada como 'Burger 2.0' tiene la misma jugosidad pero un 64% menos de grasa que una hamburguesa de carne de vacuno. Así lo acredita el USDA (Departamento de agricultores de EEUU). La nueva hamburguesa, que se comercializará en noviembre, aporta el 33% de la cantidad de proteína recomendada a diario con tan solo un 10% de la grasa. También un alto contenido proteico, con un 11,3% más de proteína por caloría que la ternera.
"Al igual que la transición ecológica para el planeta, el desafío más grande de la alimentación española es la transición proteica. Debemos hacerlo junto a la industria", sostiene Coloma. ¿Pero es posible? El fundador de Heura asegura que la fecha que algunos expertos aproximan para dicha transición –el año 2040– es demasiado lejana.
"Nosotros trabajamos para que sea en 2030. No hay tiempo que perder. De hecho, hay una gran explotación animal enfocada a la exportación. En el momento en que potencias como China hagan su propia industria la nuestra quedará obsoleta y el consumo de carne bajará en Europa", añade Coloma.
El aceite de oliva en el centro de la transición
Los estudios muestran que comer alimentos ricos en ácidos grasos monoinsaturados como el aceite de oliva en lugar de grasas saturadas mejora la sangre los niveles de colesterol, pueden disminuir el riesgo de enfermedades cardíacas y el riesgo de diabetes tipo 2. Sin embargo, el aceite de coco es 90% de grasa saturada, un porcentaje más alto que el de la mantequilla. Sin contar que el aceite de oliva virgen extra es mucho más sostenible, la cantidad de recursos necesarios para producir aceite de coco es mayor que la de aceite de palma.