La distribuidora de Iberdrola en España, I-DE, lleva años realizando reconocimientos regulares orientados a detectar las posibles anomalías en instalaciones eléctricas. De hecho, realiza más de los que piden en la reglamentación europea, y eso solo se puede conseguir con las herramientas necesarias. Como sensores, drones e incluso helicópteros.
Santiago García, el responsable de mantenimiento de redes aéreas de alta tensión UTD Navarra, explica que cuentan para estos reconocimientos con el apoyo de un helicóptero “en el cual hemos instalado una serie de sensores gracias a los cuales vamos a poder comprobar las distancias que tenemos desde nuestras redes con respecto al arbolado, los puntos calientes y, a su vez, el estado de la estructura del apoyo”. Con ello, consiguen reducir accidentes medioambientales y reducir posibles averías que afecten a clientes.
De hecho, García pone un símil con el cuerpo humano: “Las redes eléctricas vienen a ser las arterias, que las diferentes ramificaciones del sistema de circulación de la sangre, gracias a los cuales la red, el suministro eléctrico, llega a todos los puntos de la sociedad. Por eso es importante que este sistema goce de buena salud y gracias a estas revisiones podemos adelantarnos, chequearles y tomar decisiones encaminadas a solucionarlas”.
También compara las redes eléctricas de alta tensión con autopistas por las cuales I-DE distribuye la energía eléctrica a sus más de once millones de clientes. La normativa, además, indica que tiene que realizar una revisión cada tres años, “pero en I-DE somos proactivos y lo realizamos con más frecuencia”.
La importancia que tiene para nosotros el uso del helicóptero en este tipo de revisiones es vital, puesto que nos permite obtener el punto de vista del equipo desde ángulos que desde el suelo no nos permitiría. Además, su rapidez nos permite realizar recorridos de 200 kilómetros diarios de revisiones.
Al margen de la revisión que hacemos con helicópteros, también solemos llevar a cabo más revisiones a través de drones, que complementan esa primera revisión con el objetivo de tener más información en un momento concreto sobre cómo está la red.
La importancia del helicóptero (y las redes)
Para García, la importancia que tiene para I-DE el uso del helicóptero en este tipo de revisiones es “vital", puesto que les permite obtener el punto de vista del equipo desde ángulos que desde el suelo no les permitiría. Además, su rapidez permite realizar recorridos de 200 kilómetros diarios de revisiones.
Por otro lado, también han llevado a cabo revisiones termográficas a lo largo de casi 15.000 kilómetros de líneas. Esta acción consiste en el reconocimiento de las infraestructuras eléctricas con helicópteros equipados con cámaras infrarrojas que miden la temperatura de las instalaciones. Así es posible detectar aquellos puntos que presentan temperaturas inadecuadas para corregirlos y evitar interrupciones en el suministro.
De todos modos, al margen de la revisión que hacen con helicópteros, también suelen llevar a cabo más revisiones a través de drones, que complementan esa primera revisión con el objetivo de tener más información en un momento concreto sobre cómo está la red. Y también lo completan con la limpieza de los pasillos por donde discurren las líneas, con labores de tala, poda y desbroce de la vegetación con riesgo de hacer contacto con los tendidos a lo largo de unos 2.000 kilómetros de líneas.
“En I-DE somos conscientes que el desarrollo de una sociedad está en relación con la calidad del suministro eléctrico que tienen todas las empresas y todos los negocios que pertenecen a la misma”, explica. Por eso, su interés, al margen de cumplir con la reglamentación existente es “el poder dar una solución a todos aquellos que demandan energía eléctrica, puesto que las redes forman una parte muy importante de la sociedad, dado que prácticamente todos los negocios y toda la actividad económica gira en torno a ellas”.