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Digitalización, integración regional y proyección global: los hitos de la OEI en 2023

Más de 21 millones de personas se han visto beneficiadas de los más de 300 proyectos que la organización ha puesto en marcha este año en los 20 países en los que trabaja
Mariano Jabonero, secretario general de la OEI.
Mariano Jabonero, secretario general de la OEI. Foto: OEI.

La Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) concluye el año 2023 con importantes resultados en su actividad cooperadora, respondiendo a desafíos regionales como el impulso a la digitalización de los sistemas educativos, el fortalecimiento de la producción científica con sello iberoamericano, la consolidación de una ciudadanía cultural o una mayor integración a través de la democracia y la igualdad.

Así, durante los últimos 12 meses, la OEI puso en marcha más de 300 proyectos de cooperación internacional que beneficiaron a más de 21 millones de personas en los 20 países en los que tiene presencia física, entre los que destacan más de 5 millones y medio de estudiantes formados y más de 270 mil profesores que han reforzado sus capacidades docentes.

Asimismo, este ha sido un año de gran relevancia para el posicionamiento de la organización en el ecosistema de los organismos internacionales al obtener en octubre el estatus de organismo observador de las Naciones Unidas y la reelección como representante de América Latina y el Caribe en el Comité Directivo de Alto Nivel para el Seguimiento de la Educación de la Unesco, así como con la firma en noviembre de un acuerdo de cooperación con el Mercosur.

Transformación digital

Durante 2023, la OEI ha apostado firmemente por contribuir a la transformación digital que requiere la región, con la creación a finales de junio de la Dirección de Estrategia Digital Global de la OEI. También con la puesta en marcha de proyectos como, por ejemplo, ‘Fortalecimiento de competencias STEAM’ llevado a cabo en República Dominicana, en el que la OEI participó con asesorías para docentes sobre esta metodología innovadora centrada en áreas como las ciencias y la tecnología. En México, junto al Estado de Durango y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), se puso en marcha el proyecto ‘Justicia social: elemento clave para la transformación digital en la educación’, que busca contribuir a la transformación digital y educación básica en las comunidades indígenas de ese Estado a través de tres componentes: conectividad, formación y fortalecimiento comunitario.

En materia de educación superior, en Cuba se lanzó la Red Iberoamericana de Formación e Investigación sobre Transformación Digital en la Educación Superior. Por otra parte, se dio por concluida la fase piloto del sello Kalos Virtual Iberoamérica, para dar lugar a su implementación en firme, un sello con el que la OEI y la Red Iberoamericana de Acreditación de la Educación Superior (RIACES) certifican la calidad de los programas virtuales, y al que ya se han unido universidades de prestigio en la región como la UNAM de México, la UNAD de Colombia o la UNED de España.

La producción de conocimiento sobre transformación digital también ha sido clave este año. Junto con Profuturo se presentó el informe El futuro de la inteligencia artificial en educación en América Latina, en el que expertos en la materia pusieron la lupa sobre el papel de esta tecnología en la reducción de las brechas educativas aún existentes en la región. El estudio fue presentado en diversos actos en ciudades como Madrid, Ciudad de México, Lima o en la Feria del Libro de La Paz, Bolivia.

Una educación con mayor impacto

Los proyectos educativos implementados por la OEI han recibido reconocimiento internacional también este año, al tiempo que la organización ha premiado buenas prácticas en la región. En Panamá, por ejemplo, el proyecto Jadenkä, que se realiza junto con el BID, y en el que estudiantes indígenas aprenden matemática temprana en sus idiomas nativos, recibió el Premio Internacional Khalifa para el Aprendizaje en la Niñez Temprana (Khalifa International Early Learning Award), uno de los de mayor prestigio global en temas educativos. Asimismo, junto a Fundación Santilla y Santillana Latinoamérica, se entregó en Brasil el premio Escuelas Sostenibles, que en su primera versión recibió más de 1.300 propuestas de escuelas de México, Brasil y Colombia, resultando ganador el proyecto ‘Conservar para transformar’ de la escuela colombiana Amalaka.

La primera infancia también fue una de las prioridades de la organización este año con el arranque de iniciativas como los talleres sobre la Metodología de Arte y Juego con enfoque en neurociencias e inclusividad en Nicaragua, que han beneficiado a 7.300 estudiantes en ese país; el proyecto de Formación en Atención Integral a la Primera Infancia en República Dominicana; los ciclos de reflexión sobre Educación Socioemocional en México o el I Encuentro Internacional “Primera Infancia: Realidades y Perspectivas”, realizado en Bolivia.

Integración, cultura e igualdad

Por otra parte, conscientes de que la integración regional es una de las grandes potencialidades de Iberoamérica, la OEI ha impulsado los mecanismos para consolidarla. Así ha sido, entre otros, con el lanzamiento de la Cátedra de Integración Iberoamericana, con sede en Buenos Aires, Argentina, al tiempo que ha elevado sus esfuerzos para fomentar la ciudadanía cultural iberoamericana en escenarios de alto nivel como el VIII Congreso Iberoamericano de Cultura, llevado a cabo en noviembre en Lisboa, Portugal, o la realización en mayo de la tercera edición de la Conferencia Internacional de las Lenguas Portuguesa y Española (CILPE), en Asunción, Paraguay, en la que el poder de la intercomprensividad de ambas lenguas quedó de manifiesto en los ámbitos educativo, económico y cultural.

También destaca la realización de la primera edición del festival ‘Madrid en Iberoamérica’, que este año tuvo como escenario las ciudades de Cali (Colombia), Arequipa (Perú), Santa Tecla (El Salvador) y Córdoba (Argentina), afianzando aún más los lazos históricos y culturales presentes a ambas orillas del Atlántico, así como el desarrollo de talleres sobre rutas e itinerarios culturales con los que la OEI apoya el fomento de la economía local a través del turismo en países como Ecuador y Paraguay, o la gestión del Museo de Arte de Río de Janeiro (MAR), en Brasil, que este año recibió a más de 540.000 de visitantes.

La organización puso el foco también en la promoción de los derechos humanos como un valor esencial para el desarrollo de la región con el lanzamiento de un Programa de Derechos Humanos, Democracia e Igualdad en el que se han llevado a cabo iniciativas para fomentar el trabajo en esta materia, como la conformación de una comisión asesora experta en mayo o la realización en junio en Santiago de Chile del foro ‘Democracia Paritaria en el proceso constitucional de Chile’. 

En esa línea, en Colombia se han implementado proyectos orientados a la no estigmatización de los ciudadanos firmantes del acuerdo de paz en ese país, a la par de iniciativas como “Tejiendo Pervivencia”, en la que se promueven los derechos los pueblos indígenas, agrupados en resguardos y cabildos registrados en la Dirección de Asuntos indígenas ROM y otras minorías étnicas.

Iberoamérica es ciencia

2023 también ha sido el año del impulso a la ciencia iberoamericana. Prueba de ello ha sido la exitosa celebración en septiembre de la IV Noche Iberoamericana de l@s Investigador@s en la que cerca de un millar de científicos compartieron sus investigaciones con el público de 16 países de la región en más de 450 actividades inéditas. Este año el evento incorporó por primera vez a países como Bolivia o Cuba.

En Costa Rica se clausuró el programa para el fortalecimiento de los sistemas científicos y tecnológicos (FORCYT), desarrollado junto con la Unión Europea, y en Ecuador, por su parte, arrancó el programa ‘Somos Mujeres y Hacemos Ciencia’, con CIESPAL, para promover las vocaciones en ciencia y tecnología entre niñas y jóvenes por medio de testimonios de investigadoras ecuatorianas en diversas disciplinas como biología, electricidad, biotecnología, nanociencia o química.

El próximo año, la OEI conmemorará 75 años de existencia y desde ya pone la mirada en los retos que se presentan ante la región en su conjunto, como los son las implicaciones de la inteligencia artificial en la educación o la cultura, el estancamiento de la productividad o la necesidad de mejorar la calidad de los sistemas educativos de la región, en un contexto marcado aún por la incertidumbre y la urgencia de más y mayor integración regional.

Bajo el lema “Hacemos que la cooperación suceda”, la OEI es, desde 1949, el primer organismo intergubernamental de cooperación Sur-Sur del espacio iberoamericano. En la actualidad, forman parte del organismo 23 Estados miembros y cuenta con 19 oficinas nacionales, además de su Secretaría General en Madrid.

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