Anuario de la innovación en España. Especial inteligencia artificial

El futuro de nuestras instituciones pasa por la inteligencia artificial

Por Horacio Morell, presidente de IBM España, Portugal, Grecia e Israel
Horacio Morell IBM computación innovación cuántica
Horacio Morell. Imagen: Heroes Agency.

Los avances tecnológicos impulsan el progreso de la sociedad con un impacto real en la vida de las personas, haciendo que nuestra forma de vivir y trabajar evolucione a un ritmo sin precedentes. 

Cuando en los supermercados se dedicaban innumerables horas a organizar los productos no se imaginaban que, con el estándar universal del código de barras, inventado por IBM, se podría cambiar la forma de hacer este trabajo tan tedioso. 

Exactamente ocurre con la inteligencia artificial: tiene la capacidad de transformar nuestra sociedad, redefiniendo procesos. Modelos de la IA pueden procesar grandes volúmenes de datos, mejorando la productividad y la capacidad de resolver desafíos globales. Según el informe de IndesIA, que destaca que el impacto de la IA en el PIB de España será de 16.500 millones de euros para 2025, valida nuestro posicionamiento. El potencial de la IA es enorme. 

Sin embargo, la IA debe superar una serie de desafíos claves desarrollando modelos abiertos, transparentes y colaborativos. La tecnología sirve para el bien común. Tenemos la oportunidad y la responsabilidad de avanzar hacia una sociedad mejor preparada y las administraciones públicas juegan aquí un papel fundamental. 

Uno de los mayores retos es la trasparencia. Los ciudadanos necesitan entender cómo las decisiones tomadas por la IA impactan en sus vidas, que además de disponer de una IA eficiente sea explicable y responsable, evitando sesgos. 

Aunque estamos viviendo un momento histórico de transformación tecnológica equiparable a la llegada de los transistores o las primeras computadoras, los clientes siguen siendo personas, aunque nos comuniquemos digitalmente con ellos. 

Y, en este sentido, la IA tiene el potencial de transformar, apostando por soluciones que garantizan un impacto positivo, ético y sostenible. Uno de los ejemplos más recientes de la colaboración entre entidades públicas y privadas es el proyecto ALIA, donde el Gobierno de España trabaja de forma conjunta con varias organizaciones para desarrollar modelos de lenguaje de IA en castellano y el resto de las lenguas cooficiales. El objetivo es crear el modelo líder en inteligencia artificial en español. 

Este proyecto pionero representa un avance significativo y refuerza la importancia de la soberanía tecnológica y la inclusión lingüística de nuestro país. Además, estamos trabajando junto al BSC (Barcelona Supercomputing Center) en la creación de los modelos de lenguaje en español. 

“La inteligencia artificial nos permite crear una sociedad con unas instituciones más fuertes, modernas y transparentes”

Al crear modelos de IA nativos que reflejen las particularidades de cada idioma y cultura, estamos ayudando a garantizar que la IA sea verdaderamente accesible y útil para todas las personas. 

Otro de los retos de la IA es que no tenga sesgos; los algoritmos deben respetar los principios de equidad e inclusión, para promover los valores sociales y diversidad de la población. En IBM lo abordamos de manera colaborativa, con código abierto, lo que permite una mayor colaboración y participación de diversas comunidades, garantizando que la IA se adapte a las necesidades de la sociedad y no reproduzcan desigualdades estructurales. 

Al igual que Linux demostró que la colaboración abierta puede impulsar la innovación, creemos que el éxito de la IA en español también depende de un modelo abierto. 

Y, por último, el tercer reto consiste en la capacitación de la IA para la sociedad civil para evitar que la brecha digital se convierta en una brecha social. No solo es una cuestión tecnológica para unos pocos: hay que proporcionar formación y soporte a los empleados públicos ayudándoles a integrar eficazmente la IA para asegurar una sociedad integradora. 

Desde IBM impulsamos diversas plataformas para acceder al mundo de la IA, sin necesidad de grandes inversiones ni largos periodos de estudio, lo que permite democratizar el acceso al conocimiento tecnológico y prevenir la exclusión digital con un objetivo claro: capacitar digitalmente a 30 millones de personas para el 2030. 

Diversos estudios, como el de McKinsey ‘Future of Work’, corroboran nuestra visión, destacando que la demanda de empleo STEM se incrementará hasta un 30 % en 2030, lo que genera un potencial déficit en España de cientos de miles de puestos sin cubrir. 

Las empresas tecnológicas tenemos una especial responsabilidad creando soluciones y herramientas tecnológicas que ayuden a incorporar de manera efectiva los principios éticos de la IA. Por su parte, las administraciones públicas tienen la capacidad de liderar con el ejemplo demostrando que esta tecnología sirve para resolver problemas complejos de manera efectiva y justa. 

Ahora es el momento. Tenemos la oportunidad de construir un futuro más accesible para todos. La inteligencia artificial es el presente, pero también es un futuro con infinitas oportunidades que nos permiten imaginar una sociedad con unas instituciones más fuertes, modernas y transparentes. 

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