Disfrutar en un hotel sin reserva ni hospedaje

Hotelbreak permite que los usuarios puedan utilizar diferentes servicios como piscinas, spas o restaurantes sin pasar una sola noche en una habitación
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Fotografía de un almuerzo de un hotel de Madrid ofertado en la plataforma Hotelbreak. (Imagen: Hotelbreak)

Un hotel es mucho más que una habitación. Dependiendo de su gama, estos establecimientos pueden tener un poco de todo. Gimnasios, spas, camas con vista al mar, enormes piscinas, restaurantes de primer nivel. Es injusto limitar la experiencia a tener un lugar donde dormir. Pero, ¿qué pasa si se desaprovechan estos ingentes servicios? ¿Qué hay de la baja en las reservas por el COVID-19? En la startup mallorquina Hotelbreak todo puede resolverse con una palabra ingeniosa: díacaciones (vacaciones de un día). Es decir, que un visitante local disfrute de las instalaciones de los alojamientos de lujo de su ciudad, como lo haría un turista, pero sin tener que hospedarse en ellos.

Nacida en 2019, la empresa tiene una oferta clara. Un win-win, dirían los anglosajones. El cliente gana un servicio infraexplotado, el hotel ingresa una cantidad que no tenía prevista en un principio y, claro, la plataforma se lleva una comisión (por agregar un tercer win a la ecuación). En la startup lo ponen en los siguientes términos: “Hotelbreak es a los planes de ocio en los hoteles como el Booking a las habitaciones”. Los precios (de una media de unos 45 euros) son pactados con los alojamientos con la misma flexibilidad que con las habitaciones Desde que arrancó, más de 7.500 han optado por esta particular forma de diacacionar.

La crisis sanitaria supuso un área de oportunidad. El cofundador Cristian Alcoba explica en una llamada telefónica que durante el estado de alarma más restrictivo, en 2020, se ampliaron los contactos con distintos hoteles. La startup lanzó en abril una campaña solidaria para ofrecer bonos a cambio de experiencias cuando se reactivara la economía tras el cerrojazo. “Nosotros estamos en contra de eso [los bonos]. De hecho, por eso trabajamos con confirmaciones inmediatas. Pero en ese momento no se podía hacer mucho”, recuerda Alcoba. 

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Cristian Alcoba (derecha) y Maxime Renaudin (izquierda), cofundadores de Hotelbreak. (Imagen: Hotelbreak)

Una vez reactivado el sector hotelero el verano pasado, el negocio se sostuvo mejor de lo que anticiparon, reconocen desde la firma. Un caso del que Alcoba se enorgullece particularmente es el del hotel Innside Calvià Beach de Mallorca. Este establecimiento de cuatro estrellas permaneció cerrado por completo, pero gracias a la plataforma, su azotea en la sexta planta, que cuenta con una de las piscinas colgantes más grandes de Europa, recibió visitas como si nada se hubiese parado. La experiencia en el Calvià es la esencia de la fórmula de Hotelbreak, según defienden en la empresa: “Aunque el turismo internacional está viviendo el peor momento de su historia, el local tiene ganas de seguir viviendo experiencias que le permitan disfrutar de un ocio seguro”. 

Los números, pese a la adversidad pandémica, le siguen sonriendo al proyecto de Cristian Alcoba y Maxime Renaudin, el otro cofundador. El año pasado la empresa cerró con un aumento del 12% en sus ganancias. Además, aterrizó en Portugal (con hoteles en Porto y Lisboa). Estas dos ciudades lusas se le suman a Toscana (Italia) y París (Francia) como parte de los destinos en el extranjero donde se puede optar por vacaciones de un día. 

Con una semana santa sin movilidad entre comunidades autónomas y un verano con más preguntas que respuestas, Alcoba confía en que la gente siga viendo en su firma una opción viable para el disfrute local. Ya lo era antes, lo ha sido durante la parte más incierta de la crisis sanitaria, y no duda de que Hotelbreak siga su expansión. Alcoba lo remata con pocas palabras: “Estoy seguro de que en 2021 nos irá bien”.

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