En España ya hay plantas de reciclado. Y hay también proyectos que ayudan al reciclaje. Pero, hasta ahora, no había un hub «conceptual» que aportara conocimiento, asesoramiento y ayuda para la creación de prototipos. Esa es la idea del ‘Concept Hub for Circularity’ de Aitex, que ayudará a las empresas a revalorizar los residuos, sobre todo, de la industria textil, partiendo de la experiencia de este centro de innovación.
Todo sale de las plantas experimentales de Aitex, donde el centro prueba, ensaya y desarrolla tecnologías de reciclaje que se puedan adaptar a diferentes empresas —tienen en cuenta, por ejemplo, normativas, sostenibilidad, etcétera—.
"Las empresas que se asesoren a través de este ‘concept hub’ obtendrán acceso a soluciones técnicas avanzadas, trabajando de la mano con un equipo experto en reciclado. Podrán no solo optimizar el uso de sus recursos y reducir costes, sino también fortalecer su compromiso con el medio ambiente y asegurar el cumplimiento de las normativas de residuos», especifican desde Aitex.
Cómo se hace un servicio del hub
En primer lugar, una vez localizada la empresa, el concept hub hace un análisis de modelo de economía circular, comprendiendo las características del residuo y definiendo las ventajas y limitaciones de cada tecnología, personalizando para cada caso. Así, en esta primera fase, la empresa proporciona información detallada sobre su actividad, modelo de negocio, y datos específicos del residuo a reciclar, como su tipología, volumen generado, reproducibilidad y su aplicación actual y, por otro lado, se solicita una muestra física del residuo. Ya después, se evalúan posibles tecnologías de reciclaje que puedan aplicarse al residuo en función de sus características.
En una segunda fase se lleva a cabo una prueba de concepto y validación, dentro de las plantas experimentales de Aitex, antes mencionadas, y se replican a pequeña escala los procesos de reciclaje propuestos en la fase anterior. Del mismo modo, se produce una cantidad de material —entre 40 y 100 kilos— para evaluar su potencial y poder visualizar mejor el proceso. Tras ello, se entrega a la empresa un informe técnico.
Y, por último, el hub lleva el modelo a escala industrial, asesorando a la empresa cómo hacerlo. Cabe destacar que hay varias formas de hacerlo: reciclaje mecánico de fibra a fibra, reciclaje mecánico fibra a producto, reciclaje químico y reciclaje termoquímico.
El método principal es que «todos los textiles se someten a procesos mecánicos, como el desfibrado, para separar las fibras de los otros componentes. Dependiendo del tipo de material y de la aplicación deseada, pueden utilizarse diferentes métodos de desfibrado, como el triturado, el cardado o el rasgado», se informa en la web de Aitex.
«Una vez descompuestos en fibras, estas pueden estar contaminadas con impurezas, como botones, cremalleras, tintes o residuos, por lo que es necesario llevar a cabo un proceso de limpieza para eliminar estas impurezas y obtener fibras limpias y listas para ser reutilizadas».