Contra la huella de carbono de las ciudades, planificación urbana

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Fuente: Goodfreephotos

El diseño urbano es un factor que influye en las emisiones de gases con efecto invernadero de las ciudades, pero muchas veces no se tienen en cuenta en la evaluación del impacto ambiental. Por eso, investigación conjunta de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y la Universidad de Granada (UGR) ha creado un método para evaluar la influencia de las estrategias de planificación urbanística sobre las emisiones de carbono de las grandes urbes.

Las ciudades representan el mayor foco de emisión mundial de dióxido de carbono (CO2), uno de los gases que contribuye al calentamiento global. De hecho, reducir sus emisiones es uno de los objetivos que se ha marcado la Unión Europea tras la última cumbre sobre el clima de París, en la que se acordó mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los 2 grados.

Los autores de esta investigación han incluido en este sistema el impacto ambiental de las redes y servicios públicos, cuyo diseño es consecuencia directa de los condicionantes de planificación urbana. Han tenido en cuenta factores como la red de abastecimiento de agua, el sistema de recogida de residuos o la red de alumbrado público y los resultados han puesto de manifiesto la importante contribución de estos elementos en el impacto medioambiental de las zonas urbanas.

Como las emisiones de carbono asociadas con el uso de la ciudad provienen de edificios e instalaciones urbanas y servicios públicos, los investigadores se han centrado en la etapa de uso de estos elementos. De esta forma, en esta nueva metodología, se calcula en primer lugar el consumo de energía asociado a la fase operativa del edificio, considerando los siguientes usos finales (climatización, iluminación, ascensores…).

Asimismo, para la infraestructura urbana, han considerado el consumo energético de las instalaciones públicas (alumbrado público y sistema de presión de agua) y el consumo de combustible del servicio municipal de recogida de residuos. Por último, transforma el consumo de recursos en emisiones de carbono mediante la aplicación de factores de conversión, que diferencian tres niveles de gestión: doméstico, municipal y nacional.

Ayudar en la toma de decisiones

Rosalía Pacheco-Torres, autora principal del trabajo, ha explicado que esta metodología podría ayudar “en la toma de decisiones sobre estrategias y políticas relacionadas con el desarrollo urbano” bajo criterios de sostenibilidad. En su opinión, “construir ciudades sostenibles y más habitables es responsabilidad de los agentes implicados en la formulación de nuevas políticas pero también de investigadores, profesionales del sector y en definitiva de todos los ciudadanos”. Por todo ello, los investigadores han defendido la necesidad de seguir profundizando en el estudio del rol de los servicios públicos en la huella de carbono de las ciudades para el desarrollo de políticas energéticas y ambientales más efectivas.

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