Objetivos 2030

Con la colaboración  de

Cosentino

Camas de cartón para paliar crisis humanitarias

La startup Humanitaria ha diseñado una cama que se monta en cinco segundos y cuesta una décima parte que las que utilizan las ONG
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El equipo de Humanitaria junto a las camas de cartón que han diseñado para ayudar a las ONG. (Imagen: Humanitaria)

Ante el desbarajuste gubernamental y la falta de oferta para soluciones humanitarias que hubo en la crisis provocada por el coronavirus, a Juan Sanz, diseñador industrial que llevaba años trabajando para empresas con artículos de consumo, se le ocurrió montar una empresa. Una startup que, bajo el nombre de Humanitaria, crearía camas de cartón para ayudar a las ONG.

Estas utilizan normalmente camas de camping, pensadas para utilizarse un fin de semana, y de las que se pueden fabricar 1.000 unidades de una tacada. Ante estas, Humanitaria ofrece camas que ofrecen exactamente la misma comodidad -no son de pluma de ganso ninguna de las dos- pero que cumplen su función a la perfección por su gran capacidad de producción: nadie se quedaría sin una cama en una crisis humanitaria, sanitaria, natural…

“No es ni más ni menos cómoda que una de camping como las que utiliza cualquier ONG, y se complemente igual que esta: con mantas, colchonetas, etcétera. La gran ventaja es que está optimizada para que todas esas ventajas productivas de rapidez de montaje faciliten la vida a las organizaciones”, explica Sanz, CEO y cofundador de la startup.

Además de ser camas más baratas de producir -una reducción de costes respecto a las que utilizan las ONG, cuesta 16 euros la unidad-, son más rápidas. Pueden sacar 24.000 unidades diarias, mientras que las de camping no llegan a 10.000 unidades mensuales. No sólo eso: paletizadas por cientos y con un peso ligero, las camas pueden viajar perfectamente en envíos humanitarios urgentes por avión y tardan cinco segundos en montarse.

Según Sanz, el precio de 1.000 camas para un campo de refugiados “oscila entre los 100.000 y los 200.000 euros y se tardan hasta dos semanas en producirlas, otras tantas semanas más en enviarlas -por tierra o mar- y más de 24 horas en instalarlas y habilitarlas. Con Humanitaria, 1.000 camas cuestan alrededor de 16.000 euros, se envían plegadas en avión y se instalan en 20 minutos".

No repetir errores

Una ONG, por su funcionamiento, es “poco permeable a la innovación”, asegura Sanz. “Están ancladas a procesos conocidos y fiables, porque ya saben cómo funcionan. No tienen tiempo para innovar”. Por eso, para el CEO de la startup lo ideal sería no repetir los errores del pasado, como ocurrió en pandemia.

Cuando la crisis del coronavirus, los equipamientos básicos empezaron a triplicar sus precios. “A triplicar y cuadriplicar precios, y todo por la imposibilidad de cumplir con los pedidos, aunque también hubo empresas que se aprovecharon”, destaca.

Por otro lado, aunque no era el objetivo principal, las camas de Humanitaria son de material sostenible, algo que, como se sincera Sanz, “no fue una decisión de peso”: “La realidad es que elegimos el cartón por costes y rapidez, no por sostenibilidad. Pero sí lo es, es biodegradable, algo que viene de regalo cuando es un material barato”.

Sin embargo, aunque es importante, la sostenibilidad que interesa en la empresa es la humanitaria: ser posible afrontar las crisis ante la falta de stock, el no poder desplazar camas, ralentizaciones.

La Cruz Roja de Cataluña ya está probando las camas de cartón. Ese “salto de fe” necesario ya se ha dado; sólo falta que más ONG se atrevan a dar el paso y se interesen por el trabajo de Humanitaria, una startup que no se quiere quedar quieta mientras esperan a que llamen a su puerta.

“Actualmente, gracias al contacto directo que hemos tenido con la Cruz Roja de Cataluña, se nos ha ofrecido solucionar dos necesidades: una, la de poder calentar la comida en grandes comedores sociales, pues es difícil mantenerla así durante mucho tiempo para tantas personas; segunda, una necesidad también de Protección Civil, abastecer de lavabos y aseos portátiles de forma masiva”, adelanta.

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