En 1998 fue víctima de una asalto en el que recibió un balazo que le seccionó la médula, por lo que desde entonces usa permanentemente silla de ruedas. Este hecho no solo convirtió a Lenin Moreno un firme defensor de los derechos de las personas con discapacidad; sino que también le descubrió el enorme potencial que tiene el humor.
Después de quedar parapléjico, Moreno pasó cuatro años postrado en la cama, con grandes dolores y continuos ingresos hospitalarios, hasta que, según cuenta, las visitas y bromas de un amigo le hicieron descubrir que “no existe mejor remedio para los males del cuerpo y el alma que el buen humor”
El presidente de Ecuador, que ha escrito varios libros sobre este tema, cree que el ser humano tiende a dar más importancia a “los momentos ingratos” cuando revisa su pasado y cree que “la vida es mejor cuando uno tiene una sonrisa en la boca”. De hecho, está convencido de que la economía ha mejorado en su país “porque la gente tiene más fe en el futuro”.
Afirma que en Ecuador se “ha fortalecido la unidad” y, en este sentido, recuerda que las encuestas dicen que el 80 por ciento de los ciudadanos están de acuerdo con la gestión de su Gobierno. Aún así ha bromeado sobre lo poco que duran los presidente en Ecuador, entre 8 y 10 meses. “Yo me voy acercando”, ha dicho para desatar las risas del público que se ha reunido ayer, en Casa América, para escucharle.
“La confianza en el Gobierno ha traído mayor estabilidad”, pero no es suficiente. Quieren atraer nuevas inversiones, especialmente en turismo. “Y en este campo tenemos que aprender mucho de ustedes”, ha añadido refiriéndose a España.
De hecho, el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación de España, Alfonso Dastis, ha recordado el pasado de Moreno como empresario turístico, un sector en el que ha centrado gran parte de sus esfuerzos para “fomentar el turismo en un país tan espléndido como Ecuador” pero poco conocido. “Está llevan a Ecuador por un camino muy provechoso y con futuro”, ha dicho tras agradecer que en su primer viaje oficial, además de a la Santa Sede, haya decidido venir a España.