"Necesitamos una razón por la cual levantarnos todas las mañanas". Estas palabras de Elon Musk, cofundador de PayPal, Tesla Motors o SpaceX, por citar algunas, han servido de inspiración para el equipo de la Universidad Politécnica de Valencia. Desde que estos estudiantes se embarcasen en la aventura de construir un prototipo de tren del futuro, han sido muchas las paradas que su 'Hyperloop UPV' ha realizado hasta, por fin, consolidarse como un referente del transporte del futuro. Su última hazaña ha sido quedar entre los diez mejores proyectos en la Pod Competition II de California.
El nutrido equipo que representó a España en esta cita hizo su primera parada en Indiana, a la universidad de Purdue con la cual han colaborado a lo largo de la competición. Hyperloop UPV ya participó en la primera competición organizada por la agencia aeroespacial, consiguiendo los premios a Mejor Diseño de Concepto y Mejor Subsistema de Propulsión. La universidad de Purdue ha servido de base de alojamiento y de trabajo donde los últimos detalles se han llevado a cabo por una gran parte del equipo Hyperloop UPV. “Estamos muy orgullosos de la implicación de toda la comunidad, en especial de los miembros del equipo en este proyecto que, de contar con los recursos necesarios, han demostrado que pueden cambiar el mundo”, ha explicado Juan Vicén, responsable de comunicación de Hyperloop UPV.
La cápsula del equipo español ha sido bautizada como The Atlantic II, aludiendo a la necesidad de colaboración internacional para el desarrollo de este nuevo método de transporte que podría revolucionar la industria y las conexiones entre núcleos urbanos. El prototipo destaca por ser uno de los primeros pods totalmente autónomo, alimentado por un sistema energético probado en vacío y que levita gracias a unos skis formados por imanes de neodimio con bajo consumo energético. En cuanto a la estructura, el equipo ha utilizado materiales de la industria aeroespacial para reducir el peso manteniendo la resistencia. Finalmente, el prototipo está controlado por un sistema de navegación que utiliza más de 50 sensores y tecnologías de big data para asegurar un funcionamiento a prueba de fallos, en un ambiente donde el GPS no puede funcionar.
Más de 40 compañías e instituciones han apoyado al equipo de la UPV de diferentes formas. Entre ellas destacan empresas como Altran, una de las mayores consultoras tecnológicas de Europa, así como Istobal o Mahle. Uno de los mayores retos, como así apuntan sus miembros, ha sido el diseño de baterías para condiciones de vacío, ha sido probado en las instalaciones de ValSpace Consortium, las mismas instalaciones que utiliza la ESA (Agencia Espacial Europea) para probar sus tecnologías. "Los estudiantes tienen mucho que aportar a esta revolución del transporte, y por esa misma razón estamos ya trabajando en preparar un equipo robusto para la próxima competición, que tendrá lugar en verano de 2018. Pronto estaremos ya en Valencia para presentar en la Universitat Politecnica de Valencia nuestro prototipo y experiencia durante la competición, abriendo la convocatoria para nuevas admisiones", han anticipado.