Iberdrola comienza las obras de su gran complejo hidroeléctrico en Portugal

El proyecto, uno de los más grandes de estas características en Europa, se une a otros ya conocidos, como el East Anglia One o el parque eólico Karankawa
Iberdrola Portugal

Iberdrola ha comenzado las obras del complejo hidroeléctrico del Támega, uno de los mayores proyectos de estas características desarrollados en Europa en los últimos 25 años. Concretamente, ha empezado a montar la primera turbina en Gouvães, Portugal, donde tendrá la sede este proyecto. Este se terminará convirtiendo en una planta hidroeléctrica de bombeo, según Iberdrola, “la única tecnología existente que permite almacenar grandes cantidades de energía de forma eficiente”. Cabe decir también que este tipo de instalaciones “aporta al sistema eléctrico la flexibilidad que requiere para poder afrontar en tiempo real las oscilaciones de la demanda”.

Con una inversión de más de 1.500 millones de euros, esta infraestructura renovable se sumará a otros grandes proyectos que la compañía está desarrollando. A saber: en Reino Unido (parque eólico marino East Anglia One), México (centrales fotovoltaicas Santiago y Hermosillo) y Estados Unidos (parque eólico terrestre Karankawa).

De momento, se contempla la construcción de tres presas: Alto Támega, Daivões y Gouvães. Así, el complejo hidroeléctrico contará con una potencia instalada total de 1.158 megavatios (MW) y será capaz de producir anualmente alrededor de 1.766 gigavatios-hora (GWh). De hecho, la central de Gouvães –donde acaban de comenzar los trabajos con la instalación del tubo de aspiración de la turbina del Grupo 4–, será subterránea y estará equipada con cuatro grupos generadores reversibles que sumarán una potencia total de 880 MW.

“La construcción del complejo luso del Támega –declaran–, está contribuyendo al impulso de la actividad económica de la región, principalmente en los municipios de su área de influencia. A modo de ejemplo, se estima que se puedan generar, a lo largo del período de construcción de las presas, 13.500 puestos de trabajo, entre directos e indirectos”. El montaje de los grupos, realizado en una caverna situada a una profundidad media de 325 metros y cuyas dimensiones son “considerables” –120 metros de longitud, 50 metros de altura y 20 metros de anchura–, "se prolongará hasta finales del año 2021, cuando está prevista su entrada en operación".

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