Iberdrola y Navantia han empezado a crear las primeras cimentaciones tipo jacket para el parque eólico marino de Wikinger. Cada una de estas está formada por una estructura de celosía rematada por una pieza de transición que lo une con el fuste de la turbina, algo parecido a las plataformas petrolíferas marinas. En total, son 630 toneladas de peso que pueden llegar a dar electricidad a más de 350.000 hogares.
Estas cimentaciones tipo jacket se están construyendo en el astillero de Fene (A Coruña) y así, a lo largo del mes de agosto se continuará con la entrega de los componentes pendientes y se culminará con éxito el contrato firmado el 18 de diciembre de 2014 entre ambas empresas. El mismo ha consistido en la construcción y entrega sobre barco de 29 estructuras tipo jackets y 116 pilotes en el astillero de Fene y en las instalaciones de Windar en Avilés. El proyecto ha supuesto para la ría de Ferrol unas 650.000 horas de trabajo, que se han traducido en unos 2.000 empleos creados (entre directos e indirectos).
Pero el parque eólico de Wikinger no está en Galicia. Se encuentra en el Mar Báltico, donde la profundidad oscila entre 37 y 43 metros. El emplazamiento cubre un área de unos 34 kilómetros cuadrados, en los que la compañía tiene previsto instalar 70 aerogeneradores, de 5 megavatios (MW) de capacidad unitaria, y una subestación marina. 350 MW que entrarán en actividad a finales del 2017 y que generará suficiente energía como para cubrir las necesidades eléctricas de más de 350.000 hogares alemanes, evitando la emisión a la atmósfera de casi 600.000 toneladas de CO2 al año.
“El parque eólico marino de Wikinger es un proyecto emblemático para Iberdrola, porque en él confluyen los principales ejes de nuestra estrategia: la fuerte apuesta por las energías renovables y la innovación tecnológica, la internacionalización y la contribución al desarrollo económico y la creación de empleo en los territorios en los que estamos presentes. Estamos muy satisfechos de que en nuestra expansión internacional nos acompañen nuestros proveedores españoles, a quienes facilitamos la apertura a nuevos mercados y negocios”, declara Ignacio Galán, presidente de Iberdrola.
Por otro lado, el presidente de Navantia, José Manuel Revuelta, afirma que este contrato posiciona a Navantia “como constructor de referencia de estructuras offshore para campos eólicos marinos, sector en auge en Europa, principalmente en el Reino Unido y Alemania”. Además, asegura que esto permite a Navantia diversificar su oferta “y proporcionar carga de trabajo en un sector complementario al sector naval”.