El lanzamiento y presentación de 'Innoday' ha sido algo más que la puesta de largo de un evento más en la ya larga vida de Iberdrola, que hunde sus raíces en el último tercio del siglo XIX. La intervención de Ignacio Sánchez Galán ha sido una declaración de intenciones respecto a la estrategia central del grupo para el futuro, más allá de que el tema de la innovación lo haya venido practicado desde hace años.
Consciente de que a la innovación se llega desde dentro y con ayuda exterior, ha querido dar realce a los programas que la empresa mantiene con universidades, proveedores, clientes y emprendedores en un acto que no era solo la inauguración de un día dedicado a mostrar la voluntad de innovar de Iberdrola, ni la puesta de largo de su nuevo centro de formación en las cercanías de Madrid capital. El presidente de Iberdrola ha enseñado estas colaboraciones; la reciente historia del grupo, que ocupa lugar de honor entre las cinco grandes eléctricas del mundo y las inversiones destinadas a la innovación, que ascendieron el año pasado a 250 millones de euros, para apuntar hacia donde quiere caminar la empresa: “las grandes empresas serán innovadoras o no lo serán”.
El hecho de que una buena parte del público asistente eran estudiantes y no analistas de postín le da un mayor significado a sus palabras. Estaban presentes alumnos de la Universidad Pontificia de Comillas, de la Universidad de Salamanca, de la Fundación San Patricio, con su uniforme colegial, del Tecnológico de Monterrey, del Massachusetts Institute of Technology (MIT) y de la Universidad de Strathclyde de Glasgow, en algunos casos con sus rectores al frente, una presencia que demuestra que la alianza de las empresas con la universidad no es que sea importante, sino imprescindible.
La presencia de estos en el acto estaba justificado por la entrega de premios de los respectivos hackatones que han tenido en sus respectivos centros. No son ejercicios sobre simples ideas, sin o desarrollos e investigaciones realizados por las distintas universidades presentes que ya obtienen éxitos en el mercado.
Por ese camino discurrió la intervención de Sánchez Galán que, naturalmente, habló también de los esfuerzos internos para formar a los empleados, la búsqueda de talento, con una clara alusión a sus proveedores, que no deja de ser significativo y expresivo que se les premie por el éxito de sus investigaciones.
El programa para jóvenes estudiantes ya acumula ayudas para más de 2.500 investigadores y centenares de proyectos que, según el presidente de Iberdrola es el camino para la mejora de la calidad; incrementar la capacidad para ser más operativos y a cercar la empresa a las nuevas tecnologías e, incluso, llegar a ser disruptivos. “Hay que invertir en tecnología, desarrollar el talento interno y colaborar con otras empresas, la universidad y las administraciones públicas”, dijo Ignacio Sánchez Galán en su intervención. También recordó el Programa Perseo dirigido a startups que, de carácter internacional, fue creado hace diez años y está dotado con 70 millones de euros y ha facilitado la puesta en marcha de más de 2.000 empresas.