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Anuario 10 aniversario

El epicentro de la innovacion en redes inteligentes está en Larraskitu

El Global Smart Grids Innovation Hub de Iberdrola es un centro para el desarrollo de soluciones, la colaboración y la captación del talento
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Sede del Global Smart Grids Innovation Hub.

En 2020, Iberdrola decidió que su Global Smart Grids Innovation Hub -GSGIH-, el centro de innovación para redes inteligentes que marcaría el futuro de la compañía, se ubicaría en Larraskitu, en Bilbao. Un año después se inauguró con la idea de centrarse, en cierto modo, en la colaboración abierta, con su correspondiente parte de coworking, y desarrollo de soluciones sostenibles. Startups; fabricantes pequeños, medianos y grandes; asociaciones; empresas… Todos caben en este hub. Pero hay mucho más.

El centro nació con la colaboración de la Diputación Foral de Bizkaia, lo que asegura un marco beneficioso para impulsar la innovación y ayuda también en temas de divulgación, atracción de nuevos colaboradores, así como retención de talento.

Esto es innovación
“madura”, cercana al
despliegue final

Noemí Alonso, directora del Global Smart Grids Innovation Hub, explica que el centro tiene varios pilares. El primero, que pretende ser un centro global, compartiendo desarrollos con el ecosistema de colaboradores desde la misma Larraskitu, Madrid, Escocia, Brasil…Y que está orientado al mercado, con el desarrollo de productos próximos a sus redes. Esto es, innovación “madura”, cercana al despliegue final, que de alguna manera responde a las necesidades de Iberdrola y que permita abrir mercados internacionales.

“Basamos todo en las alianzas. Nuestra primera alianza estratégica es con Vizcaya, pero también con otras empresas como colectivos de startups o empresas internacionales para tener captación de talento. De hecho, esto último es lo más rompedor para nosotros: queremos ser un polo de atracción y dar respuesta a las demandas de los colaboradores”, explica. Y en todas las competencias digitales, cabe destacar -ya sea ciberseguridad, inteligencia artificial o gestión de datos- que “somos conscientes de que hay una gran demanda de perfiles, por lo que nos anticipamos para el futuro”.

En el hub, como ecosistema de empresas, se están demandado ya estos perfiles. En el centro, de hecho, se facilita la relación estudiante-universidad con empresas, aunque también con centros de formación profesional recién titulados. Es más, se trabaja mucho con la Diputación Foral en hacer de Bilbao una cuna de profesionales y expertos en diferentes competencias digitales. Según ella, no deja de ser una región de oportunidades en el que también se pretende que vaya gente de fuera de la región y tengan un trabajo en este sector.

Además, el centro de Larraskitu tiene el impulso y el efecto tractor “de la industria española y de Euskadi, por lo que se intenta fomentar toda la innovación para que, alrededor del mundo, tanto startups nacionales como regionales tengan más oportunidades. Intentamos hacer grande lo regional, podríamos resumir”, indica Alonso.

Los nuevos agentes

Pero ¿por qué Larraskitu? “Por varias razones. La primera es la relación con Bizkaia que tiene Iberdrola, el tejido industrial con el que ya contábamos. Además, está nuestra sede social de redes inteligentes, es donde está la gran parte de nuestros técnicos. Es una manera de facilitar mejor todos los desarrollos que se quieren llevar a cabo. Y, por supuesto, también por hacer de Bilbao un referente en smart grids y extenderlo a nivel internacional”.

El hub cuenta con unos 1000 metros cuadrados y en él tienen cinco laboratorios dotados de la tecnología más puntera de última generación. El primero, el laboratorio de Smart Cities, que viene a representar la red de baja tensión desde el centro de transformación hasta el contador inteligente, el lugar donde se comprueban esos desarrollos.

Incorpora otro de Subestaciones, que representa el sistema de control para testeo de funcionalidades con los fabricantes y que asegura la interoperabilidad entre colaboradores. “El laboratorio Smart Factory, para el uso de robots, gemelos digitales, realidades aumentadas. Otro más orientado a la Ciberseguridad y, por último, uno dedicado a los Ciberdatos”, ilustra su directora.

Iberdrola invierte más de 360 millones de euros en I+D a nivel global, y cada año se incrementa. Y aunque parte del presupuesto va al hub de Bilbao, los proyectos que se hacen otros clientes se van alimentando también de inversión.

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Presentación de un dron desarrollado en el centro.

Hay que ser conscientes de todo el cambio y la transformación que está viviendo el sistema eléctrico. “Si el fijo de energía era desde el punto de generación hasta puntos de consumo, ahora la red de baja tensión se ha vuelto la más utilizada: coches conectados, renovables, autoconsumo, y demás innovaciones”, explica Noemí Alonso.

Las grandes plantas de generación renovable no dejan de ser fuentes de energía no estable, argumenta Alonso. “Este sistema nervioso, esta columna vertebral de las redes es fundamental que se adapte para gestionar esas energías nuevas y permitir la penetración de esos nuevos agentes”, señala.

Por ello, en el centro son capaces de tener una mayor visibilidad sobre lo que está ocurriendo en tiempo real en su red. Con toda esa monitorización, son capaces de operarla de una manera más dinámica que en base a criterios más conservadores, con los que se operaba tradicionalmente en este sector.

La directora del Global Smart Grids Innovation Hub pone un ejemplo. Uno de los grandes retos es la parte de la red de alta tensión: “Hasta hoy, la media y la alta tensión han sido redes muy críticas, porque cualquier incidencia puede afectar a mucha gente. Pero en baja, la energía va a casas o focos industriales. La cuestión es que ahora hay muchos agentes nuevos: placas fotovoltaicas, autconsumo, edificios conectados, coches… Tenemos que ser capaces de gestionarlos y mantener una actividad de servicio óptima”.

De ahí que lo que hagan a día de hoy sea desarrollar productos y herramientas -como recogen en su Plan Director de la Baja Tensión- para permitir esa transición energética tan deseada, la que siempre que se pide desde la normativa europea y en la nacional.

Las innovaciones en baja tensión de Iberdrola

Siguiendo con la baja tensión, que es quizá prioritaria por ser la más próxima a los clientes y donde más hay que trabajar actualmente, en el hub están centrados ahora en los nuevos transformadores de distribución inteligente, entre otras innovaciones.

“Nuestro objetivo es dar
cabida en la red a todo lo
que mejore la transición
energética”

“Se ha desarrollado un equipo que transforma la tensión en valores asumibles para todas las cosas conectadas de casa. Antes se ponía un punto fijo y ya está, la tensión llegaba a casa asegurando una cantidad de suministro correcto”, explica Noemí Alonso.

“Con consumos que tienen picos altos por conectar el coche, unos picos de vertido de generación que provoca tensiones y que se puede ir fuera de límites”, prosigue. Así, este equipo lo que hace es, viendo toda la información que les dan los contadores inteligentes de Iberdrola, monitorizar esos niveles de tensión y regularla. “Aseguras en ese momento que ese pico de consumo de una tensión buena, que no se vaya de límites, que no provoque incidencias”.

También cuentan con unos modernos cuadros de de baja tensión, dotados de sensórica para comprobar los cuadros y picos eléctricos, así como ver lo que se suministra. “Nos podemos adelantar con esas medidas diferentes, no como antiguamente. Como ocurre con los contadores, que somos capaces de adelantarnos a anomalías que se puedan dar en la red en vez de esperar a la llamada de la incidencia. Nos adelantamos a esa interrupción”, asegura la directora del Global Smart Grids Innovation Hub.

Fuera ya del centro de transformación, y explicando algo más próximo a las viviendas, Alonso indica que los contadores inteligentes que se están desarrollando en el centro -ya van por segunda generación, en solo dos años- surgen con el mismo ánimo de siempre: poder dar más funcionalidades a los clientes y mayor seguridad, sobre todo en el suministro. “El contador siempre cumple su función de medidas de energía, pero al ser digital nos permite visualizar esas anomalías y mejorar y optimizar y hacer eficiente la red de baja tensión”.

Por último, ligado a digitalización y al tratamiento de datos, junto a los equipos digitales, estos desarrollos generan una cantidad ingente de datos que no sirven de nada si no se tratan.

Un “hito” muy relevante a finales del año pasado ha sido el Innovation Data Space, un laboratorio virtual del hub. “Esos datos son la materia prima para trabajar. Algoritmos que deriven en nuevas funcionalidades para clientes y nosotros, los distribuidores. Cuando digo que ha sido un hito es porque nuestros colaboradores demandaban esos datos para ofrecer soluciones”, añade.

Por ello, compartieron los datos -siempre de manera anónima, con “miles de reuniones jurídicas”- para, de alguna manera, representar una parte de la red y facilitar nuevos desarrollos gracias a la gestión de esa “nueva materia prima”.

Desde el hub aprovechan también la financiación pública destinada a la innovación, con aprobaciones en programas de Euskadi, como Hazitek, con su proyecto Astra, dirigido a las redes de corriente continua. Un consorcio del hub con universidades para desarrollar productos sobre este tipo de redes y facilitar su integración y explorar sus. “Otro ejemplo de una aprobación que se nos ha concedido es Gipuzkoa Quantum, sobre computación cuántica, para ver los emplazamientos de baterías conectadas a la red de distribución”, explica la directora.

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Noemí Alonso, directora del Global Smart Grids Innovation Hub.

A nivel global, también cuentan con un formato de colaboración llamado Startups Challenges, una forma de compartir a nivel internacional retos que han identificado pero a los que todavía no les han dado respuestas. “Básicamente, que se puedan dar ideas desde otros sectores. Ahora mismo hemos lanzado un Challenges con Scottish Power sobre la monitorización de cables subterráneos. Por ejemplo, para cómo con equipos no invasivos te puedes adelantar a incidencias en cables de media tensión”, expone Alonso.

“Además tenemos el centro de innovación Iberdrola Middle East en Qatar. Así como el hub en Euskadi está dirigido a las redes inteligentes, el de Qatar da respuesta a todos los negocios, no solo a distribución, sino a comercialización. Pero para la parte de distribución también colaboramos, con el objetivo de identificar retos y compartir aprendizajes y experiencias orientadas a los datos y a las telecomunicaciones”, detalla.

Para Noemí Alonso, en cuestión de digitalización todavía hay mucho por hacer, y todo lo que sea desarrollar nuevas tecnologías, ofrecer oportunidades de hacer la distribución más eficiente necesita de expertos que traigan ideas y den respuestas. “Nuestro objetivo es dar cabida en la red todo lo que mejore la transición energética y eso hay que adaptarlo. La inversión en redes es crítica, fundamental, para integrar esos elementos. Todavía hay mucho recorrido. Desde Iberdrola e i-DE -la empresa de distribución eléctrica del grupo- se ha hecho una apuesta clara por la innovación. Pero es cierto que la distribución está regulada y necesitamos de la regulación para innovar”.

“También trabajamos para impulsar, desarrollar y retener talento. Tenemos un plan para ejecutar en 2023-2024, siempre en coordinación con el equipo de formación y personas de Iberdrola, para hacer de Bilbao una cuna de expertos en las competencias digitales”, adelanta la directora.

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