Iberia ha recibido su primer avión A350-900 en las instalaciones de Airbus de Toulouse. Esta aeronave, que según su presidente ejecutivo, Luis Gallego, representa “todos los cambios que estamos poniendo en marcha en Iberia” es la primera unidad de este modelo. El avión, bautizado como Plácido Domingo, tiene una aerodinámica y estructura mejoradas, gracias a la utilización de un porcentaje mayor de material compuesto en su fabricación y un nuevo diseño de elementos como las alas o los marcos de las ventanas.
“Durante los años pasados, en Iberia nos hemos transformado por la supervivencia. Ahora nos estamos transformando por la excelencia. Y este avión representa perfectamente ese cambio de ciclo en el que estamos”, ha declarado Gallego. Una excelencia que se traslada a los dos motores Rolls-Royce Trent XWB, con 84.000 libras de empuje cada uno, los propulsores el avión, que en la configuración de Iberia puede transportar hasta 348 pasajeros. Apuntar que la distribución de los espacios en todo el avión, con galleys integrados, entre otros, “ha permitido ampliar el espacio destinado a los pasajeros, al igual que contar con más capacidad para sus equipajes de mano en las tres cabinas”.
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Un sistema de ventilación sin corriente con filtros de ozono renueva el aire dentro del avión cada dos a tres minutos y mejora el nivel de humedad de la cabina entre un 11 y un 16 por ciento. El avión dispone de siete zonas de control de temperatura, que permitirán regularla de modo distinto en las diferentes secciones del avión. Además, el A350-900 es el avión más silencioso del mercado, lo que, al igual que el resto de características mencionadas, mejorará la experiencia de los clientes de Iberia a bordo.
Según Iberia, “el 70% de su estructura está hecha de materiales modernos como fibras de carbono y de vidrio, titanio y una aleación de aluminio. Esto redunda en el peso del avión, al igual que la pintura utilizada, que al ser aplicada con un sistema de pulverizado electroestático se extiende mejor y permite reducir la cantidad de pintura necesaria, y, por ende, el peso del avión”. Así, aseguran, el consumo de combustible y la emisión de CO2 a la atmósfera del nuevo avión es un 25% menor que aviones similares.
