El Instituto de Biomecánica (IBV) quiere impulsar que los sistemas de transporte sean más inclusivos y eficientes con un enfoque de diseño centrado en las personas. La estrategia forma parte del proyecto europeo DIAMOND, con especial énfasis en las mujeres. El Instituto considera que hasta ahora no se ha prestado la debida atención a las diferencias físicas y fisiológicas existentes entre los géneros a la hora diseñar productos y servicios en el sector de la automoción. Es por ello que acaba de lanzar una guía que introduce la perspectiva de género en los vehículos autónomos.
Los datos a nivel europeo hablan por sí mismos. Cuando una mujer se ve involucrada en un accidente de coche, tiene un 47% más de probabilidades de sufrir lesiones graves que un hombre, y un 71% más de probabilidades de sufrir lesiones moderadas, incluso cuando los investigadores controlan los factores de control como la altura, el peso, el uso del cinturón de seguridad y la intensidad del choque. También tiene un 17% más de probabilidades de morir.
Con el fin de abordar esta situación, el IBV ha realizado tras un trabajo de recopilación y análisis de datos en diferentes ámbitos para conocer mejor las cualidades de los posibles pasajeros del vehículo autónomo. El centro ha aportado su experiencia y conocimiento en factores humanos y diseño participativo centrado en la persona (Human Centered AI) para el desarrollo de esta guía.
"Cuando se concibió inicialmente este documento, los principales contenidos previstos estaban relacionados con las necesidades emocionales de mujeres y hombres en los vehículos automatizados. La investigación y el trabajo desarrollado durante el proyecto DIAMOND han contribuido a ampliar el alcance de este informe a otros campos más allá del de las emociones. En este sentido, aspectos como la injusticia y la desigualdad presentes en los coches actuales deben ser destacados en un trabajo de estas características", detallan los autores de la guía, liderada por la investigadora Begoña Mateo.
"Hemos querido aportar información útil que pueda contribuir a mejorar la equidad e igualdad en los vehículos autónomos basada en los factores humanos y el diseño participativo", apuntan desde el IBV. El estudio pone el acento en las necesidades diferenciadas de las mujeres, pero también aporta ideas para otros grupos que se alejan del usuario tipo –"hombre joven"– como pueden ser niños y niñas o personas con diversidad funcional y en la que se incluye los diferentes patrones de movilidad de forma destacada.
La guía incide en la necesidad de avanzar hacia un diseño flexible que permita configurar y ampliar los espacios según los requerimientos de los pasajeros y facilite diferentes grados de interacción entre ellos, así como diversas funcionalidades para adaptar la iluminación o las superficies auxiliares dentro del vehículo.
Según la propia Begoña Mateo, el documento descubre "todo un abanico de posibilidades que abre la aplicación de la perspectiva de género en este campo tecnológico y hasta qué punto el desarrollo del sector automovilístico supone un avance en términos del concepto tradicional de vehículo de propiedad privada". A lo que añade: "cualquier persona que se acerque a este trabajo, independientemente de si es un profesional del diseño, un fabricante de automóviles o un cargo público, comprenderá la importancia de incorporar esta información para desarrollar mejores vehículos, además de encontrar nuevas ideas y conceptos que podrá aplicar a su trabajo".