Los dispositivos PET utilizan la medicina nuclear para la detección del cáncer, afecciones cardiacas o patologías neurológicas como el Alzhéimer. El proyecto IMAS (Imagen Molecular de Alta Sensibilidad) quiere mejorar las prestaciones de los equipos actuales a nivel de sensibilidad y resolución espacial. La iniciativa, de la que forman parte investigadores del i3M (UPV-CSIC) y la Universitat de València (UV) se desarrolla por la Unión Temporal de Empresas PHOENIX, que integran tres compañías valencianas: Full Body Insight, Quibim (hace unos días Innovaspain habló con su fundador) y ONCOVISIÓN.
El proyecto IMAS – articulado como compra pública innovadora por la Conselleria de Sanitat Universal i Salut Pública de la Generalitat Valenciana y Premio Amparo Poch a la mejor compra publica de innovación en salud- tiene el objetivo último de poner en marcha una nueva maquina Total Body PET en el Hospital La Fe de Valencia durante 2023.
Mejorar prestaciones y reducir costes
Físico de formación, doctor y emprendedor nato, Alfonso Ríos explica que el i3M (desde donde ha lanzado Full Body Insight entre otras spin offs) tiene la filosofía de hacer llegar los avances de manera generalizada a la sociedad. “Además de construir una máquina mucho mejor que las actuales, el PET de IMAS costará entre 4 y 5 millones en lugar de los 10-12 habituales”, explica Ríos a Innovaspain.
Los dispositivos PET de los que disponemos ahora, “tipo donut”, sólo cubren una parte del cuerpo. Lograr la cobertura total exige que se muevan. “La idea es dar el paso a un cilindro más grande. De este modo, con un solo ‘golpe’, obtendríamos la imagen completa de la anatomía humana”.
Retos
Ríos apunta que una máquina más grande exige más sensores. Es este punto el que trabajan con más ahínco a fin de no encarecer el proyecto. Para conseguirlo, deben desarrollar una cadena activa de la máquina –“digamos la parte inteligente; los sensores, conversores, electrónica”- de manera más optimizada.
“Trabajamos en cadenas de recepción y procesado de datos más eficientes y en nuevas técnicas de reconstrucción de imágenes de mayor rendimiento gracias a redes neuronales”, añade el CEO de Full Body Insight. Ríos lamenta que el sector de los dispositivos médicos sea a veces injustamente eclipsado por los avances en biomedicina o genómica. “No olvidemos que, una vez certificada y en funcionamiento, podemos estar tranquilos: la máquina es segura. Con los fármacos, lograr estar certezas es más difícil”.
I+D+i
Los investigadores evaluaron dos tecnologías disruptivas que les permitieran llevar más lejos la tecnología PET en la construcción de la máquina. “Nos decantamos por una evolución más natural de las innovaciones existentes. El modelo ‘clásico’ parte de cristales pixelados donde inciden los rayos gamma para construir la imagen. La mejora que aportamos desde el i3M es que, en lugar de pixelarlos, utilizamos cristales continuos con menos cortes, más grandes. El proceso es más barato y aporta más información”.
Alfonso Ríos detalla que la tecnología descartada por el momento es la del xenón líquido. “Quizás es más disruptiva, pero no nos da todas las garantías que necesitamos. Nos ha ayudado a aprender muchísimo, sin embargo, no podemos jugárnosla. Hay que construir la máquina y entregársela al Hospital La Fe de modo que los valencianos la disfruten desde el primer día”.
En paralelo, el CEO de Full Body Insight considera que son muchas las mejoras que rodean el mundo del software. “Otra cosa es el tema de precios, la inflación o la escasez de microchips. Teníamos unas previsiones de gasto que han cambiado. Esperemos que la burbuja se rompa pronto y que cambie la tendencia”.
Marcar la diferencia
La mayor superficie de la máquina PET supondrá un antes y un después en el diagnóstico de numerosas patologías. “Cuando el dispositivo es pequeño, se pierde mucha radiación por segundo. Mayor superficie lleva a radiar menos al paciente para obtener la misma imagen. El avance posibilita también mayor resolución de imagen con el mismo tiempo de radiación”.
La máquina ayudará en todas las dinámicas y diagnósticos. Según Alfonso Ríos: “Permitirá tomar imágenes con más frecuencia, por ejemplo, de un tumor. Hoy ese seguimiento exhaustivo no es una opción por los efectos nocivos de la radiación. El nuevo PET no necesita tan altas dosis de radiación para obtener imágenes excelentes”.
IMAS dotará de mayor dinamismo los análisis facilitados por el PET. “La máquina deja ver el cuerpo completo y asistir en tiempo real a los efectos de un determinado tratamiento o fármaco no sólo en un área concreta, sino en todos los órganos involucrados”.
Planes
El CEO de Full Body Insight avanza que los próximos meses serán frenéticos. “Creo que este proyecto será un éxito y que el PET estará operativo en La Fe en cuestión de meses. Como empresa, el siguiente reto es dar continuidad a IMAS. Prototipar estas máquinas cuesta millones de euros. Necesitamos inversores. En España es complejo, ya que no existen grandes grupos empresariales dedicados al desarrollo de la imagen médica”.
Una vez instalada en La Fe, pretenden certificar la máquina. Para completar el proceso han de construir otro dispositivo PET similar y poder así moverlo en los entornos de certificación. “Entrar en el mercado requiere mucho dinero, precisamos de más apoyos. De no lograrlo, no descartamos transferir la tecnología a otro grupo capacitado para seguir adelante. Para nosotros es la opción menos interesante. Nuestra idea era la de crear una nueva industria en Valencia y España”, concluye Ríos.