Un equipo de científicos del Instituto Milenio de Oceanografía (IMO, Concepción), de Chile, ha conseguido sumergirse hasta los 8.081 metros de profundidad de la Fosa de Atacama, con el ambicioso y siempre complejo objetivo de estudiar el océano profundo.
A bordo del buque de la Armada AGS-61 ‘Cabo de Hornos’ y con la ayuda de un lander –vehículo autónomo, no tripulado y de caída libre- diseñado por el ingeniero Kevin Hardy, el IMO ha logrado ser el primer equipo de oceanógrafos chilenos que descienden hasta lo más profundo de esta fosa marina, situada frente a la costa de Antofagasta.
Los resultados de la expedición, denominada Atacamex, han sido calificados por el propio Instituto como “un hito sin precedentes para la oceanografía chilena”. Permitirán conocer por primera vez qué tipo de microorganismos habitan las aguas más profundas de la Fosa de Atacama. “Además, mediante una multired de alta tecnología, se logra recolectar plancton hasta los 5.000 metros de profundidad”, informan desde Comunicaciones UA, de la Universidad de Antofagasta.
Además de dicho centro, se ha contado con la participación de la Universidad de Concepción y la Pontificia Universidad Católica de Chile. La investigación oceanográfica se lleva a cabo gracias a la financiación de la Iniciativa Científica Milenio y de CONICYT, a través del Concurso Nacional de Asignación de Tiempo de el AGS-61 Cabo de Hornos, operado por la Armada de Chile.
