Entidades e instituciones de un total de 13 países europeos se han unido para en un proyecto de investigación para analizar e impulsar el papel de las science shops, un tipo de estructuras que tratan de crear espacios de intermediación entre la comunidad científica y los ciudadanos. Por parte de España, participa en esta iniciativa la Universidad Carlos III de Madrid.
El proyecto, denominado SciShops.eu, tiene como objetivo analizar las características de este nuevo tipo de instituciones para crear después nuevas science shops dentro de diferentes tipos de organizaciones de investigación en los países que participan. En total, son 13 y la idea “es que estas nuevas science shops se dirijan a temáticas poco abordadas por las existentes. Queremos proponer dos nuevas: una que abarque mujer y ciencia y otra sobre sostenibilidad” ha adelantado el responsable del proyecto en la UC3M, Elías Sanz.
Las science shops o ‘tiendas de la ciencia’ se centran en generar estructuras que sirvan de puente para trasladar a la ciudadanía los avances y las investigaciones que se desarrollan en el ámbito científico. De esta forma, también se persigue hacer ciencia y generar conocimientos de modo colaborativo, al abordar problemas y buscar soluciones de forma conjunta entre todos los participantes de estas science shops: investigadores, organizaciones civiles, empresas, etc.
En opinión de Sanz, “el éxito de la science shop se basa en encontrar temas de interés para determinados grupos o agentes sociales que necesiten soluciones y que puedan ser desarrollados de manera conjunta con los centros de investigación”. Por ello, la idea central pasa por “proporcionar un lugar específico en la universidad donde los grupos de investigación puedan relacionarse directamente con los colectivos sociales para resolver de manera conjunta los problemas que importan a la comunidad”.
Transferencia de conocimiento
A raíz de las conclusiones y de la experiencia que se extraigan de este proyecto, los investigadores elaborarán una estrategia para mejorar los procesos en las investigaciones colaborativas y así también implementar la transferencia de conocimiento de las science shops a la sociedad. Se trata, ha puntualizado Elías Sanz, de “facilitar una hoja de ruta que permita mejorar la comunicación existente entre los científicos y la ciudadanía, de tal manera que la cultura científica en general del país aumente”.
En total, son 13 países europeos los que participan del proyecto. Junto a España, están involucrados centros y entidades de Alemania, Austria, Bélgica, Chipre, Eslovenia, Holanda, Hungría, Italia, Lituania, Reino Unido, Rumania y Suecia.