La industria de los videojuegos, en ocasiones, está infravalorada. Normalmente no se piensa en este sector como un impulsor de la competitividad del país, aunque se crecimiento económico está más que demostrado. A veces, son las propias compañías las que tampoco saben aprovechar los incentivos a la innovación que hay en España.
Según la experta Laura Fernández García, consultora de ayudas de I+D+i de Leyton Iberia, su experiencia le lleva a afirmar que, detrás de esta infrautilización, puede encontrarse un gran desconocimiento. “Así es, muchas empresas ni siquiera saben que la industria de los videojuegos puede optar a diferentes tipos de ayudas a la I+D+i, pero la propia Ley del Impuesto sobre Sociedades nombra la actividad de este sector como innovación tecnológica”.
Al parecer, en el sector nadie hace hincapié sobre la existencia de estos incentivos. “Son empresas con una gran innovación, aunque nunca se suele hablar de la industria de los videojuegos como motor de la innovación. Una empresa de estas características está repleta de tecnología y, a nivel incentivos, se pueden obtener grandes ayudas y ahorros”, indica Fernández.
Actualmente, el Gobierno de España premia la innovación porque quiere mejorar la competitividad del país -que está a la cola de Europa en ese sentido-. De ahí la creación de una serie de incentivos fiscales que generan un ahorro, y solamente se puede acceder a ellos si se demuestra que se está innovando.
Pasado, presente y futuro
La consultora de Leyton suele explicarlo de este modo: para hablar sobre los incentivos a la innovación, hay que hacerlo desde una línea temporal. Así, en primer lugar, en cuanto al pasado están las deducciones fiscales por hacer un videojuego. Sirven para recuperar una parte del gasto que supone, ahorrando dinero directamente del Impuesto sobre Sociedades.
“Viene bien porque se puede ahorrar para contratar a más gente, ya sean artistas 3D, para gráficos o archivo personal, entre otros; no es lo mismo que ahorrar gastos, pongamos, que en programadores”. Y es que, según Fernández, en el desarrollo de videojuegos todo es diferente: desde el animador hasta el creador de sonidos, pasando por los desarrolladores… se necesita un equipo 100% innovador.
“A nivel presente, por otro lado, tenemos las bonificaciones de la seguridad social, que dan un ahorro inmediato, y las empresas que tienen empleados trabajando en I+D puede solicitarlo. Cabe decir que no es lo mismo desarrollar una web que un videojuego”, apunta.
Estas bonificaciones pueden suponer un ahorro de hasta el 50% del pago de cuota de la seguridad social, si se justifica el tiempo invertido en actividades de innovación. “Y así llegamos a los incentivos a futuro, que son las ayudas que propone el Ministerio de Cultura: 8 millones de euros destinados solo a proyectos de videojuegos”.
Esta línea de ayudas, que ya ha aprobado 130 proyectos, demuestra el interés del país por potenciar el sector. O la de Enisa, con financiaciones para pymes -las desarrolladoras de videojuegos siempre empiezan con equipos pequeños, y CDTI, que sacó el año pasado otra línea de ayudas con el mismo objetivo.
“No son descuentos, son incentivos”
La experta deja claro que no es que el Gobierno de España haga descuentos “porque sí”, sino que “son incentivos”. “Conforme a la deducción, todas las empresas tienen que pagar. Pero si hay innovación, hay ahorro, y las empresas de videojuegos tienen bastante desconocimiento sobre este tema”, asegura.
Un “tema” que implica procesos que no son ni fáciles ni simples, por eso existe la necesidad de tener una guía. Y ahí es donde entra Leyton. “Las empresas nacen con la idea de vender y mejorar el producto, que está bien, pero hay que ir más allá, como las vías de financiación. Nosotros enseñamos que pueden ahorrar, que pueden tener bonificaciones e incentivos. En definitiva, ayudamos a que crezcan”.
