Un escudo inteligente y “antidrones” protege aeropuertos sin interrumpir vuelos

En un mundo lleno de constantes amenazas a aeropuertos, los ataques con drones son, posiblemente los más difíciles de detectar. ARMS los capta a kilómetros de distancia
escudo antidrones drones

La compañía española Indra ha desarrollado un nuevo escudo inteligente llamado Anti RPAS Multisensor System –si bien es más conocido como ARMS–. Ideado como una protección “antidrones”, el escudo es capaz de detectar la presencia de los drones “a kilómetros de distancia y las neutraliza si invaden el espacio a proteger”.

Hay que entender que un posible ataque con drones es muy difícil de detectar –de ahí las constantes regulaciones que tienen en el sector de las aeronaves–, ya que, además de ser pequeños, pueden autodestruirse o dirigirse a un objetivo en concreto. “Son muy difíciles de parar –declaran–, ya que llegan a medir unos pocos centímetros y vuelan a baja altura y velocidad. Pueden aparecer además de forma sorpresiva, despegando desde cualquier punto y dejando muy poco margen de reacción”. Y es que un dron puede utilizarse para invadir la intimidad de las personas, espiar, perpetrar un atentado, o simplemente provocar un accidente de forma no intencionada, al colisionar contra un vehículo o persona.

Es por ello que el ARMS ha sido creado para ser “eficaz” ante el ataque de un solo dron –mucho más difícil que si fueran en grupo–. Es lo que desde la compañía denominan una intervención “quirúrgica”, que es capaz de destruir una solitaria nave o todo un enjambre de aeronaves completo “aplicando medidas más agresivas”, apuntan. De hecho, ARMS es capaz de activar incluso una cúpula de protección completa.

Según Indra, aunque sirve para todo tipos de instalaciones, también ha sido diseñado específicamente para operar en plantas industriales, centrales nucleares, infraestructuras, edificios oficiales, centros penitenciarios, estadios deportivos o cualquier lugar en el que se celebre un evento público pueden enfrentarse al mismo problema. 

Aun así, proteger un aeropuerto, la misión principal de ARMS, resulta muy complejo, “ya que no se puede alterar el tráfico ni interferir con los equipos de las aeronaves”. Se puede integrar además con los sistemas de la torre de control para cruzar información y detectar cualquier objeto que vuele sin autorización de forma inmediata.

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