Con 26 pacientes, la UCI del Hospital Infantil Niño Jesús de Madrid ha sido el servicio de intensivos con más niños ingresados por COVID-19 en España. También es el que ha tenido el mayor número de ingresos de pacientes graves (16) con el nuevo síndrome multisistémico inflamatorio, temporalmente relacionado con SARS-CoV-2.
Como explica a Innovaspain Inés Leoz, Médico Adjunto de Cuidados Intensivos Pediátricos del Hospital Niño Jesús, hay aspectos del comportamiento del virus en niños que les han sorprendido. “Sobre todo relacionados con la gran variabilidad en la sintomatología. Hemos visto niños asintomáticos, o con síntomas leves. Incluso neonatos sólo con fiebre puntual. Otros tienen manifestaciones más graves que han requerido su ingreso en Cuidados Intensivos”.
Trabajo investigador
Fruto de la experiencia acumulada en los últimos meses, el Servicio de Intensivos ha desarrollado una labor de divulgación científica mediante la publicación de varios artículos en revistas internacionales y nacionales. Describieron el primer caso de apnea neonatal por coronavirus. También el primer diagnóstico pediátrico descrito de coinfección por neumococo y coronavirus con detección de SARS-CoV-2 en líquido pleural o el primer caso de paciente pediátrico con enfermedad tromboembólica múltiple y grave relacionada con COVID-19.
Pese a todo, Inés Leoz recuerda que no es posible confirmar ningún efecto específico del virus en pediatría. “La sintomatología es inespecífica y leve en la mayoría de los casos”, insiste la doctora. Sí opina que es “de especial interés” el mencionado síndrome multisitémico inflamatorio relacionado con el SASR-CoV-2. “Ha sido descrito en varios países golpeados por la pandemia. Afecta sobre todo a niños mayores y puede evolucionar de forma grave”. Desde la UCI del Hospital Niño Jesús se encargaron de describir este síndrome por primera vez en España.
Tranquilidad y máxima precaución
En los envites iniciales de la pandemia, los niños fueron un foco informativo principal. Primero dentro de un hipotético papel de súper transmisores. Después, para mostrar que no estaban exentos de enfermar de COVID-19 gravemente. “Ha habido numerosas teorías, afirma Leoz, en parte extrapoladas del conocimiento de otras enfermedades víricas como la gripe. Los últimos estudios indican que los niños se contagian con una frecuencia similar a la de un adulto y que, a partir de los 10 años, podrían contagiar igual que los adultos”.
La doctora del Hospital Niño Jesús traslada una evidencia tranquilizadora. “Sabemos que los niños, con o sin enfermedades previas, pueden desarrollar formas graves de la enfermedad. Sin embargo, el porcentaje que requiere hospitalización o ingreso en Cuidados Intensivos es muy inferior al de los adultos. La mayoría de los niños que hemos atendido en UCI han evolucionado favorablemente con el tratamiento y los cuidados aportados. En los controles posteriores en consulta han recuperado la situación funcional que tenían previa a la enfermedad”.
Esto no quiere decir que haya que bajar la guardia. Al contrario. “La mortalidad y las secuelas en pediatría son muy bajas, pero existen”, apunta Inés Leoz. “Por desgracia, algunos niños han estado hospitalizados más de un mes y todavía no se han recuperado por completo. Los hay que tienen miedo o ansiedad en relación a la enfermedad o el ingreso. Algunos han fallecido”.
Por tanto, “sin pretender ser alarmista”, considera que las recomendaciones actuales deben ser la adopción de medidas higiénicas y de distanciamiento social “independientemente de la edad”. “No hablamos de no salir a la calle o de no relacionarse con los demás. Debemos actuar bajo el sentido común y la responsabilidad”, añade Leoz.
Un regreso seguro a las aulas
Abordar la vuelta al cole es uno de los temas más espinosos sobre la mesa de gestores educativos y familias. Bajo su punto de vista, garantizar la máxima seguridad posible a alumnos y profesorado “va en contra de clases abarrotadas, sin mascarilla ni distancia recomendable”. Inés Leoz recomienda como posibles opciones extender el uso de mascarillas a educación primaria, secundaria y bachillerato. “Hay que reforzar la limpieza continua del colegio e incidir en el lavado de manos y el uso de soluciones hidroalcohólicas”.
La Médico Adjunto de Cuidados Intensivos Pediátricos del Hospital Niño Jesús defiende que, al menos de momento, los alumnos mayores reciban determinadas asignaturas de manera online y que algunos vayan a clase por la tarde. “Se trata de fomentar la existencia de grupos más pequeños. De este modo, cada alumno se relaciona siempre con los mismos compañeros y profesores; coman juntos, compartan el tiempo de recreo, etc. Muchas de estas propuestas implican la necesidad de un mayor número de profesores y personal no docente”.
Los niños: recuperación en V
Una vez pase la pandemia, ¿recobrarán con rapidez el equilibrio que aportan la socialización y el aprendizaje? “El cierre de los colegios causó un mayor aislamiento social en niños y un problema de aprendizaje que ha afectado más a las familias más desfavorecidas”, explica Leoz. “Probablemente, esto ha provocado un impacto emocional y psicológico en los niños. Su afectación será mayor o menor en función de cada pequeño y de sus circunstancias familiares”.
Pero la doctora recuerda la temporalidad de este escenario. “Hemos comprobado que los niños son fuertes. Han comprendido la situación y se han adaptado a la misma en la medida de lo posible. Como ventaja, muchos han podido pasar más tiempo en familia, aunque el equilibrio entre el trabajo y la escuela en casa haya sido complicado. La mayoría se recuperará rápidamente si no lo ha hecho ya, aunque no olviden lo vivido ni las conductas aprendidas durante este tiempo”, concluye Inés Leoz.
El Hospital Niño Jesús tiene pendientes de publicación diversos trabajos relativos al estudio del inmunofenotipo vinculado a la infección grave por SARS- Cov-2, ya presentados en diversos espacios virtuales. El inmunofenotipo, no descrito aún en niños, es el modo en el que se estructura la respuesta de los leucocitos para enfrentarse a una infección provocada por el coronavirus.