No está habituado Villaverde a tanto coche oficial, ni a que la policía revise cada alcantarilla. Tampoco a ser el barrio elegido para el emplazamiento de infraestructuras disruptivas. La antigua fábrica Boetticher, es ahora La N@ve de la Innovación después de ser Catedral sin inaugurar durante la época de Ana Botella al frente de la alcaldía. Reyes, empresarios, políticos y emprendedores se congregaron el pasado viernes a la primera puesta de largo de este espacio de 16.000m2 que tras variados vaivenes políticos parece carburar definitivamente. La presentación del Informe Cotec 2016 precedió a la celebración, ya por la tarde y está vez sí con los vecinos del distrito invitados, de Imperdible_01, un evento sobre música, tecnología, creatividad, experimentación y arte que contó con la colaboración de Sónar+D.
Jorge Barrero, director general de Cotec, abría el acto aludiendo al rompedor diseño del Informe, que con ésta cumple XXI ediciones; un prisma negro en todas sus caras, que como explicaba el responsable de la Fundación “no es un homenaje al monolito de 2001 de Kubrick, ni significa que estemos de luto por el estado de la innovación, aunque el panorama sea oscuro”. En el último año, y según palabras de Barrero, en Cotec han trabajado para ser “más rápidos, más accesibles, más profundos y más flexibles”. Un camino en el que les están acompañando algunas administraciones, como el propio Ayuntamiento de Madrid, en una estrategia que, como señalaba la alcaldesa de la ciudad, Manuela Carmena, tiene que ver con que los poderes públicos construyan “autopistas por las que la innovación discurra de la mejor manera”. Según Carmena, se está gestando “una nueva cultura funcionarial con intraemprendedores de la propia administración”.
Una llamada de atención
Cristina Garmendia, presidenta de Cotec, fue la encargada de resumir los datos más significativos del Informe (consultar completo aquí). Y las noticias no son buenas. “La recuperación del PIB debe ser una oportunidad para reinventarnos y corregir desajustes porque una recuperación sin innovación es frágil e insostenible”. La dirigente de la Fundación ha recordado cómo tras años de incremento, incluso en 2008, antesala de la crisis, el gasto en I+D se situaba parejo al de países como Francia o Reino Unido. “Desde entonces la brecha con Europa no ha hecho más que crecer, los recortes públicos y privados nos han hecho perder una década”. Un daño del que “tardaremos tiempo en recuperarnos” debido a algunos males endémicos de nuestro sistema productivo, pero en el que hay espacio para el optimismo, como los esfuerzos de las PYMES, que en su conjunto, invierten más en innovación que las grandes empresas.
Otras señales luminosas nos recuerdan que España es la X potencia científica a nivel mundial o que grandes empresas están dispuestas a ser tractoras del sistema nacional de innovación poniendo al servicio de todos desarrollos tecnológicos de la esfera privada. “No estamos aquí para anhelar lo que tienen otros países, sino para defender lo nuestro”- apuntaba Garmendia. “Ni nostalgia, ni lamentos; podemos recuperar el tiempo perdido porque nunca hubo un consenso tan amplio sobre la importancia de la I+D”. Y entre las medidas correctoras en las que todas las fuerzas políticas coinciden destaca, “por encima de todo lo demás”, la urgente reformulación de un sistema educativo que precisa formar personas comprometidas, flexibles e innovadoras durante toda su vida. “La apertura y la participación son la clave para que las nuevas ideas adopten la importancia necesaria”- añadía la exministra.
Como apuntaba el rey Felipe VI –presidente de honor de Fundación Cotec- en su discurso, “el reto de la innovación es un reto colectivo” (…) “allí donde hay una persona con problemas, surgen también ideas para resolverlos. Es nuestra obligación dotarles de los recursos y las oportunidades para innovar”.
La Fundación Cotec, que nació en 1990 con el impulso de Juan Carlos I, amplía ahora sus retos partiendo de una definición más ambiciosa del concepto de innovación: todo cambio (no solo tecnológico) basado en el conocimiento (no solo científico) que genera valor (no solo empresarial o económico).