La COP 29, celebrada en Bakú el pasado noviembre, trajo muchos titulares. Bastantes de ellos podrían sacarse del informe Nexus, realizado por el MedECC, en el que participa como copresidenta la investigadora de Ingenio (CSIC-UPV) Marta Rivera. En él se ha hablado, sobre todo, del impacto negativo del cambio climático en el campo, en las materias primas o en diferentes hábitats, además de en el agua, la energía, la alimentación o los ecosistemas. Estas últimas, cuatro claves que, en cuanto se alteran, aunque sea sólo una, se crea un «efecto mariposa» fatal.
La misma Rivera cuenta que, para ella, lo más importante de este informe es que es un intento de educar a los políticos en complejidad. «Es decir, que normalmente las políticas se desarrollan en departamentos aislados. Por un lado, agricultura; por otro lado, medio ambiente, bienestar… Entonces, este informe lo que hace es demostrar, aparte de poner un poco la evidencia de cuáles son las tendencias en cada uno de estos componentes del Nexus, los impactos en un componente mediado por la respuesta desarrollada».
Así, ya sean las «políticas X» o las «acciones Y», tendrán impacto en cualquiera de los componentes analizados. Por ello, la investigadora de Ingenio cree que el desarrollo de políticas requiere de una visión «compleja» y de formas de toma de decisiones integradas, que recojan diferentes departamentos para poder favorecer la sinergia entre los componentes del nexo y reducir los trade-offs, las compensaciones. «Porque los trade-offs no se podrán evitar nunca totalidad, pero sí que se pueden reducir».
Así, según el informe Nexus sobre el cambio climático, la escasez hídrica reducirá el rendimiento de los cultivos y alterará los precios de las materias primas agrícolas. Asimismo, disminuirá la producción de electricidad y la eficiencia en su generación, aumentará la desertificación y provocará la pérdida de hábitats, afectando de manera especial a especies vulnerables.
El ejemplo del agua
Marta Rivera pone un ejemplo sobre lo que quiere decir el informe Nexus. «Lo que mostramos es que hay un impacto, el cambio climático. Y vemos cómo afecta este impacto, nuestra fuerza de cambio, que se llama driving force y qué impacto tiene en los cuatro componentes [ya mencionados en el primer párrafo, ecosistemas, agua, alimentación y energía]».
De ahí salen unos objetivos comunes que hay que abordar con diferentes opciones de estrategias. «Por ejemplo, ante el incremento de la temperatura, por los fenómenos extremos, sabemos que habrá sequía y que hará falta capturar, digamos, más agua —especifica la investigadora de Ingenio—. Pero que esto, además, puede reducir la disponibilidad de alimentos y tener un incremento también en el precio de los alimentos por una menor oferta. Y que esto, además, en el ámbito de la temperatura, de forma directa, incrementa la demanda relacionada a los cambios de temperatura. Sin contar con el ámbito de los ecosistemas y todo lo que implica en relación a los cambios, las alteraciones y la degradación de estos».
De esa fuerza de cambio, continúa la codirectora del informe Nexus, se pasa a que, para incrementar la búsqueda de agua hay que cogerla del subsuelo, con sus consiguientes impactos. De hecho, la utilización de aguas subterráneas puede implicar, por un lado, la salinización de esas aguas, lo que implica que hay menos agua disponible para la irrigación, implica además de una degradación de los ecosistemas. Una rueda que no para de girar.
Y sigue la investigadora de Ingenio: «Aparte, la búsqueda de agua implica también un incremento en la demanda energética, en un contexto en que hay ya menos agua disponible y, por tanto, menos agua, por ejemplo, en el ámbito de la hidrotermia. También en cuanto a energía existe la opción del tratamiento de aguas residuales, que requiere energía y eso implica emisiones de gases de CO2, aunque evite, obviamente, este elemento de desalimentación».
Del mismo modo explica que, en el contexto de la producción de alimentos, en lugar de irrigar con agua subterránea, irrigar con residuales implica, por tanto, una reducción de la polución, de la contaminación, y una mayor disponibilidad de agua.
Principal resultado
"Este es un poco para mí el principal resultado del informe Nexus, es entender que las estrategias, las acciones, las respuestas desarrolladas para hacer frente a los impactos del cambio climático, necesitan de un enfoque integrado, de un enfoque complejo, porque si se siguen haciendo como ahora, de forma aislada, aunque estemos resolviendo un problema en un componente del sistema, estamos generando nuevos problemas en los otros componentes del sistema», declara Rivera.