En solo dos años, la confianza de los españoles en la innovación ha caído 16 puntos porcentuales, pasando del 89 % en 2017, al 80 % en 2018 y al 73 % en 2019. Así lo refleja la tercera Encuesta de percepción social de la innovación en España, realizada por Cotec, en colaboración con Sigma Dos, a partir de 2.404 entrevistas telefónicas.
Los resultados del estudio demoscópico, presentados ayer en Madrid, reflejan que la pérdida de confianza en la innovación es más acusada entre los sectores de población tradicionalmente más vulnerables. Destaca la caída entre los ciudadanos que solo tienen estudios de Primaria (únicamente el 50% mantiene una consideración positiva de la innovación, acumulando un retroceso de 32 puntos porcentuales en dos años) y Secundaria (65%, -22); los menores de 29 años (70%, -23) y los mayores de 65 (64%, -21); así como las mujeres (68%, -21).
Desigualdad, tecnología y votantes de Vox
“Nos preocupa mucho que la confianza en la innovación decrezca sobre todo entre los colectivos de ciudadanos más desfavorecidos, porque la innovación es también una herramienta para reducir las brechas sociales”, ha señalado en la presentación del informe el director general de Cotec, Jorge Barrero. “Una sociedad desigual no es una sociedad próspera”.
De hecho, la idea de que la tecnología aumenta la desigualdad social se consolida, alcanzando en 2019 al 55 % de los encuestados. Los que más temen a la brecha tecnológica son de nuevo los sectores de población más vulnerables: ciudadanos en paro o con trabajos poco cualificados, con escasos estudios y bajos ingresos, habitantes de municipios pequeños, etc.
Barrero recuerda que “el objetivo de la encuesta es recoger percepciones y no comprobar si estas son erróneas o bien se fundamentan en fenómenos reales”, para lo cual Cotec dispone de otros proyectos, como el Programa de Innovación Abierta (PIA).
De entre los 37 segmentos de población analizados, tan sólo para uno concreto (votantes de Vox) la innovación tecnológica disminuye la desigualdad. El estudio refleja que el nivel de estudios, la categoría profesional y el componente ideológico son las variables que más condicionan la perspectiva social de la innovación, mucho más que el género, la edad, la ocupación y el volumen de ingresos.
Impacto de la robótica
También aumenta la percepción sobre la capacidad disruptiva del cambio tecnológico sobre el mercado de trabajo. Dos de cada tres españoles considera que la automatización afectará a una parte relevante de los puestos de trabajo actuales.
Además, crece significativamente la percepción de que los robots y algoritmos serán capaces de realizar una gran cantidad de tareas rutinarias. Un tercio de la población considera que el impacto será tanto sobre tareas rutinarias como creativas.
Aunque la sociedad española se muestra muy dividida en relación a la capacidad que el cambio tecnológico tiene de ser generador neto de empleo (48 frente a 47 %), al ser preguntados por el impacto directo sobre su propio puesto de trabajo, el 50 % de los encuestados cree que de ningún modo podrá ser reemplazado por un robot o algoritmo.
Dos tercios advierten de que el sistema educativo no responde a las necesidades formativas que demandará la futura sociedad tecnológica. Pero, de nuevo, una vez preguntados por su situación individual, la gran mayoría (un 64 %) de la población activa se considera capacitada para competir en el nuevo mercado de trabajo. En cualquier caso, los expertos y los políticos son identificados como quienes deberían liderar esta transición.