El municipio chileno de Chillán se ha convertido durante dos días, ayer y hoy, en el punto de encuentro de actores e interesados en el control biológico de plagas y enfermedades agrícolas. El motivo es la primera Feria Tecnológica de Control Biológico de Chile que ha organizado INIA.
El objetivo de este evento es dar a conocer lo más recientes avances tecnológicos desarrollados en torno al control biológico de plagas y enfermedades agrícolas, así como tratar los principales problemas que afectan al sector.
Considerado un método para contrarrestar la acción de plagas y enfermedades que afectan los cultivos agrícolas utilizando organismos vivos, el control biológico ha crecido en todo el mundo, formando parte de una visión sostenible de la producción agrícola, tal y como señalan desde INIA.
Esta disciplina ha presentado grandes avances de la mano de la investigación y de las tecnologías. Precisamente son estas innovaciones las que se muestran en el recinto de INIA Quilamapu, para lo cual empresas de control biológico, investigadores y productores se reúnen en un este intercambio de ideas, necesidades, negocios y conocimientos vinculados al sector.
En total, la feria contempla 18 presentaciones de investigadores, 3 charlas magistrales de expositores internacionales, 11 exposiciones de empresas y 28 stands interactivos, además de un punto de encuentro para negocios entre los interesados y patio de comidas.
Entre los temas a tratar durante la primera jornada, se ha abordado el de la mosquita Drosophila suzukii, plaga cuarentenaria de reciente aparición en Chile. De hecho, sobre ella ha versado la charla inaugural de la feria, a cargo del científico de la Universidad de California Davis, David Haviland.
Se ha profundizado en otros muchos asuntos, como los hongos entomopatógenos para el control de plagas, o experiencias exitosas de uso de bioplaguicidas, a cargo de la investigadora Alba Marina Cotes, de la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria.