MÁLAGA. La informática ha derribado muchos estereotipos en los últimos tiempos, pero la lucha contra el prejuicio sigue viva. Inmaculada Vázquez, responsable de Ingeniería de la fintech Ebury Spain, no duda: “Éramos apenas tres chicas en el aula, pero volvería a estudiar ingeniería informática”. La experta participó la semana pasada en Leadingirls, el encuentro celebrado en el Palacio de Ferias y Congresos de Málaga (FYCMA) para acercar a los estudiantes de Secundaria y Bachillerato al ámbito STEAM y visibilizar el talento femenino para generar nuevos referentes.
“Voy a intentar motivaros”, anunciaba Inmaculada Vázquez dirigiéndose al auditorio del recinto, repleto de estudiantes de distintos centros educativos malagueños. “Estudiaría de nuevo la misma carrera no por aprender a programar o por tener más puertas laborales abiertas, sino porque me enseñaron a pensar y a razonar con una lógica aplicable a numerosas situaciones de la vida cotidiana”, argumentaba.
Su compañía –“que, de manera muy resumida, se dedica a facilitar el intercambio de divisas para pymes”- se ha expandido a todo el mundo desde Málaga, donde conserva la sede tecnológica. “Cuando mis padres y mis amigos me preguntan qué hace un ingeniero informático les doy una explicación, pero, años después, siguen sin tenerlo muy claro”, admitía con humor. En esta línea, Vázquez recordaba que los informáticos no son los únicos frikis, aunque la leyenda diga lo contrario. “¿Quién no es friki de algo? De la música, la Fórmula-1 o Harry Potter. Y no es malo”.
En paralelo, creatividad e informática han estrechado lazos de manera creciente a medida que han evolucionado distintas disciplinas. “Si os gusta la música, la ingería informática está detrás de la creación de software. Hace unos días, visité en Londres una galería dedicada íntegramente al arte tecnológico. Todo es código y todo se programa. El mundo necesita ingenieros. No sabéis la cantidad de profesiones que serán una realidad en el futuro y aún no están inventadas. Seguro que estarán relacionadas con la tecnología”. También hay espacio para otras que mejoran nuestra vida. “La biología, la medicina… Un ingeniero informático tiene lugar en todas las áreas de conocimiento”.
De Málaga al mundo
Para prosperar en el campo de la ingeniería informática, Málaga ofrece una serie de ventajas irreprochables. “Tengo la suerte de vivir y trabajar en una ciudad que aspira a convertirse en la Silicon Valley europea. Encontraréis trabajo rápidamente, incluso antes de terminar los estudios. Creación de videojuegos, análisis de datos, restablecimiento de las comunicaciones tras una emergencia… de las prótesis para personas discapacitadas a saber cuándo llegará el próximo autobús, las posibilidades son infinitas”.
La responsable de Ingeniería de Ebury Spain, forma parte de la iniciativa “Tech in Finance”, desde donde participa en charlas animando a que las más jóvenes den un paso al frente en las carreras científico-tecnológicas. “Estáis mucho más avanzados que cuando yo estudié, pero quedan estereotipos que desmontar. Da igual chicos, chicas, chiques, la raza o la religión. Lo importante es que exista suficiente diversidad en los equipos. El informático no trabaja solo en una habitación oscura, resolvemos los problemas en equipo, con los demás compañeros y compañeras. Los retos son compartidos. Nuestro trabajo es colaborativo, totalmente contrario a lo asocial”.
Inmaculada Vázquez celebraba que vivamos un momento en que es posible estudiar “lo que queramos”. Y añadía: “Si os gustan las matemáticas, tenéis iniciativa, os gusta aprender y sois curiosos, os animo a optar por la ingeniería. También hay que comer; no todos los ingenieros pueden triunfar en el streaming, pero la realidad es que sufrimos menos el paro”.