Que la percepción de la innovación ha cambiado para la sociedad española es una realidad que no se puede discutir. Este cambio está motivado, entre otras cosas, por la comunicación que hay en torno al tema del que nos sentimos pioneros en muchos aspectos. Nos sentimos porque lo somos y porque somos testigos directos de reuniones que dan crédito a la afirmación, como lo fue la que tuvo lugar recientemente en Castellón en la que el ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, Pedro Duque, entregó los diplomas de Ciudad de la Ciencia y la Innovación que otorga la Red InnPulso.
Que los ayuntamientos trabajen para enviar una memoria que opte a ese diploma no es una cuestión menor porque, entre otras cosas, acercan el concepto de la innovación a la población. En el caso del diploma que cito ya son 72 las que lo tienen en España y no hay mejor ejemplo de que el interés por la innovación cunde cuando visitas municipios de todos los tamaños y ves cómo el concepto es utilizado para demostrar que el producto o servicio es mejor. A veces es una mejora, pero lo importante es que en el municipio se tenga, además del deseo de mejorar, el compromiso con cuestiones como la Compra Pública Innovadora, uno de los factores que más pueden hacer para ayudar a los emprendedores que, además, han incorporado cuestiones innovadoras y ese compromiso de la administraciones les sirve para desarrollar su producto, hacerlo escalable y poder sacarlo al mercado para triunfar.
En el acto al que me refiero tuve ocasión de escuchar a los alcaldes o representantes de los mismos de municipios tan dispares como lo pueden ser Ames, en las cercanías de Santiago de Compostela, y Barcelona. O Benidorm y Eibar. O Vigo y Onda. O Castellón y Paterna, por citar a todas las ciudades que recibieron el diploma el pasado día 19 de septiembre. El denominador común fue el interés por conocer experiencias de unos y otros. Y eso es vital, como lo es el denominador común de la organización y difusión entre la población de eventos y logros relacionados con la innovación.
Por curiosidad, dedico viajes que hago por distintos motivos a conocer cómo es el ambiente innovador en todos los sitios por donde paso, si es que tengo algo de tiempo para hacerlo y ese “trabajo” de campo resulta especialmente representativo de lo que digo a pesar de que, como se puede deducir por el hecho de que solo haya 72 ciudades en España que tengan el Diploma de la Red InnPulso (en España hay 8.116 municipios), buena parte de la población participe en el espíritu del cambio.
La cercanía de los emisores de los mensajes y las experiencias cercanas son vitales para la comunicación y esa conjunción está haciendo que la innovación esté presente en la opinión pública de muchos de los municipios; una gran mayoría menores de 20.000 habitantes, hablan de innovar a poco que preguntes por algo que te parece curioso y siempre hay algo que da pie a querer informarte sobre un producto o servicio.