Málaga es una ciudad innovadora e inclusiva, y su crecimiento sostenible es fruto de la planificación estratégica y el trabajo coordinado entre las administraciones públicas con la colaboración público-privada como telón de fondo. Gracias al trabajo de las últimas décadas, Málaga es una ciudad con una clara apuesta por la cultura, el turismo, y el desarrollo sostenible, que hace de la innovación el eje transversal de todas sus políticas públicas para conseguir una mayor calidad de vida.
Este modelo de gestión ha puesto en valor la transformación de la ciudad en materia innovadora gracias al ecosistema de trabajo creado entre administración, universidad y empresas, con la ciudadanía en el centro de toda acción. En Málaga la planificación estratégica de la ciudad se lleva a cabo en el seno de la Fundación CIEDES, que cuenta con la participación de todos los agentes sociales con el impulso municipal, y subrayo de manera especial el papel de la Universidad de Málaga y de Málaga TechPark (PTA), con más de seiscientas empresas multinacionales innovadoras y veinte mil trabajadores tecnológicos internacionales.
La ciudad ha demostrado en estos años su capacidad para atraer y retener talento, evidenciada de forma especialmente significativa en los últimos años con la apuesta de Google, Vodafone, Dekra, Globant o TDK por abrir o ampliar y reforzar sus centros de trabajo en Málaga. Así mismo, la capital ha potenciado los hubs y clústeres de Málaga como destino de excelencia de inversión, sostenibilidad, tecnología, economía azul y nuevos sectores productivos. Hemos creado la Fundación Instituto Ricardo Valle, un programa de fondo de capital riesgo para apoyar a las startups malagueñas, además de reforzar nuestro ecosistema a través de la Red Municipal de Incubadoras de Promálaga.
“La transformación de la ciudad se articula desde el ecosistema de trabajo creado entre Administración, Universidad y Empresa”
En las últimas décadas, Málaga ha hecho realidad su capacidad de ser ciudad demostradora de soluciones innovadoras que comenzó con proyectos como SmartCity o Zem2All en materia de movilidad sostenible, o los proyectos AutoMost, Paloma, Mónica y Pastora, que han hecho de la ciudad un auténtico laboratorio de innovación. Otros proyectos en materia de ciudad inteligente, como la red de recarga de vehículos eléctricos, la ampliación de la planta fotovoltaica municipal que permitirá cuadruplicar el ahorro de emisiones de dióxido de carbono, o el reciente eCityMálaga que desarrollamos junto a Endesa y Málaga TechPark para implantar en la tecnópolis un entorno real basado en la economía circular, son claros ejemplos de este modelo.
El Ayuntamiento ha estado en vanguardia de la tecnología aplicada al transporte público desde hace décadas. La EMT fue la primera empresa en seguimiento de flota a través de GPS (más tarde GPRS) así como la primera en una serie de hitos como la implantación de la tarjeta sin contacto, pago por teléfono móvil, wifi y conectores USB en el interior de los autobuses, tiempo de llegada disponible en las marquesinas y en una aplicación móvil, servicios específicos para invidentes y un novedoso sistema de placas fotovoltaicas adaptadas a los autobuses, que reducen el consumo de combustible y mejoran el comportamiento eléctrico del bus, entre otros. Estos procesos de innovación se han implantado también en el resto de las empresas públicas municipales: en la gestión del agua y de los residuos, por ejemplo.
“El compromiso de nuestra innovación es con la ciudadanía”
Fuimos proactivos durante la pandemia de la Covid-19 con el proyecto Málaga Respira o el robot para realizar pruebas PCR incorporado a la sanidad malagueña, como muestra de proyectos concretos en los que la innovación ha mostrado su cara más social, además de la red de desfibriladores en espacios públicos de la ciudad en el marco del proyecto ‘Málaga cardioprotegida’ o la formación a personas mayores para hacer posible que las nuevas tecnologías constituyan una herramienta a su alcance para evitar situaciones de aislamiento. Todo ello, junto a una avanzada tramitación electrónica que hace posible la realización de cerca de cuatrocientos trámites de forma telemática.
Innovación es también apostar por la formación. Por eso nuestro trabajo con la Universidad de Málaga es un compromiso firme. Y somos más ambiciosos, por lo que estamos abiertos a la instalación en Málaga de centros privados y universidades que impartan disciplinas superiores que enriquezcan la oferta para nuestra juventud. Tenemos en marcha proyectos como 42 Málaga, un innovador espacio educativo gratuito para la formación de programadores que lidera Fundación Telefónica. Está ubicado en Tabacalera, junto al Polo Nacional de Contenidos Digitales, que se ha convertido en ecosistema referente en la industria de los medios digitales y el entretenimiento.
Finalmente, quiero destacar que nuestro compromiso a la hora de poner en marcha iniciativas en materia de innovación es siempre con la ciudadanía. Nuestros proyectos tienen como fin último mejorar la calidad de vida: la innovación y la tecnología al servicio de la ciudadanía.