Un total de 27 empresarios y representantes de organizaciones empresariales y sindicales han colaborado para plasmar en un libro cuáles son los principales retos que afrontan actualmente las empresas españolas. Ése es el objetivo de La empresa en España: objetivo 2020, que según sus coautores, también busca consensuar líneas de actuación conjuntas que fortalezcan el tejido empresarial y las administraciones de nuestro país.
El libro cuenta con la participación de, entre otros, Antonio Garamendi, presidente de CEPYME; Juan Rosell, presidente de CEOE; Ignacio Fernández Toxo, secretario general de CCOO; Marta Martínez Alonso, presidenta de IBM España, Portugal, Grecia e Israel; José Luis Bonet, presidente de la Cámara de Comercio; Javier Rodríguez Zapatero, presidente del ISDI; Fernando Bayón, director general de EOI; o Alejandro Suárez Sánchez-Ocaña, presidente de la Fundación Marqués de Oliva.
Todos ellos coinciden en señalar a la innovación, la internacionalización, la captación y retención de talento y la creación de un entorno favorable para el desarrollo empresarial como las principales asignaturas pendientes. Unos retos a los que el director general de EOI, Fernando Bayón, ha unido la necesidad de seguir impulsando el emprendimiento. Todo ello, ha dicho, sin olvidar que sigue siendo necesaria una “mayor inversión en I+D+i”, así como “superar el gap entre el mundo real de la empresa y la formación que se ofrece a los jóvenes”.
Por su parte Alejandro Suárez Sánchez-Ocaña ha puesto el acento en pasar la página de la crisis y crear las condiciones propicias para una economía más competitiva que genere más empleo. Para ello cree necesario fometar un crecimiento inteligente a través de inversiones más eficaces en educación, investigación e innovación que busque crear empleo y reducir la pobreza.
Retener el talento
La retención del talento en España ha sido otro de los temas abordados en la presentación del libro. En este sentido, Alejandro Suárez ha indicado que “una de las soluciones pasa por el intraemprendimiento”, es decir, por ayudar a quienes tengan la iniciativa a “que puedan sacar adelante sus proyectos como un spin-off dentro de sus propias compañías, lanzando nuevos productos y servicios, y evitar de esa manera perder a esos talentos emprendedores”.
Por su parte, Fernando Bayón ha enfatizado la importancia de que “el talento sea capaz de generar valor por sí mismo y de que seamos capaces de aflorarlo de manera positiva: nuestro pecado capital es la envidia y solemos atacar a las personas talentosas de manera sistemática”.
Finalmente, ambos han resaltado que una mayor competitividad de las empresas también pasa por incrementar su tamaño. Para ello, entre las recetas propuestas están una mayor y mejor formación del empresariado y canalizar mejor las ayudas hacia unos microemprendedores que, según han señalado, en muchos casos sólo buscan el autoempleo.