Representantes de la innovación logística han puesto sobre la mesa, durante el Green Mobility Summit celebrado en Alcobendas, la necesidad de probar en las ciudades las nuevas estrategias que desarrollan. También han reivindicado mayor agilidad a las administraciones públicas para lograr que esa innovación se note cuanto antes en la vida de la gente.
«Lo público tiene que funcionar como una startup» es una frase que ha resonado durante el evento. Tarea compleja, al igual que lo es para las grandes empresas innovar con la frescura que lo hacen los emprendedores. Borja Hormigo ha hablado en representación de Iberdrola y es consciente de estas dificultades. «Estamos demasiado sujetos y dependientes de la normativa para aplicar la innovación logística y en las grandes empresas como la nuestra esto se nota mucho más», ha explicado el Strategic Alliances Manager de Iberdrola Smart Mobility.
Como parte de su compromiso con la sostenibilidad y el medio ambiente, y como vía eficaz para la lucha contra el cambio climático, la compañía quiere impulsar y liderar la transición hacia la movilidad sostenible y la electrificación del transporte. Dentro del marco del Plan Smart Mobility se incluye el despliegue de cerca de 150.000 puntos de recarga de vehículos eléctricos —multiplicando por seis el plan inicial— así como una tarifa especial para cargar dichos vehículos con electricidad de origen verde. Pero para que esta estrategia se materialice, Hormigo ha incidido en que «las administraciones públicas tienen que ir de la mano en tiempo y forma con las empresas».
Asumir riesgos para triunfar
«Los sandbox son muy necesarios, pero hay que probar también en entorno urbano», ha propuesto Nacho Rodríguez, Operations & Business Development Manager de Bluenest. La compañía tiene como objetivo hacer de los vertipuertos la clave de la innovación logística y la movilidad aérea. «En el entorno urbano donde existen riesgos que no ocurren en el laboratorio. No nos sirve de nada probar en entornos seguros si luego no sabemos si es aplicable a la ciudad», añade Rodríguez.
En la misma línea, Eduardo Uriarte, VP Technology & Expansion de Goggo Network, ha señalado que «todo espacio de prueba conlleva un riesgo, pero el objetivo final de la innovación debe ser que el ciudadano le de sentido a todas estas nuevas creaciones». Es el caso de los robots autónomos que su empresa ha puesto en marcha recientemente en Alcobendas. «Veremos su efectividad precisamente porque están en espacios reales, sometidos a estos riesgos».