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Un año para olvidar, un año para aprender

Año 2020

En el acervo común comprendemos que un año para olvidar es de los que no olvidaremos nunca. El que acaba ha mostrado a muchas generaciones que la vida te lleva a situaciones nunca imaginadas que, entre otras cosas, cambian conductas, aceleran cambios generalizados y te ponen alerta frente a lo desconocido. De esa vulnerabilidad aprendemos o, mejor dicho, tenemos que aprender.

La crisis del COVID-19 ha transformado nuestra vida, incluidos hábitos y costumbres en muchos de los aspectos en los que se estaba desenvolviendo nuestra vida. En muchos casos, nuestra casa se ha transformado en el lugar de trabajo; la vida en familia se ha transformado; los horarios y, en general, el entorno es otro.

No se puede decir que estas situaciones tienen sus ventajas cuando hay vidas en juego, por eso es importante aprender; aprender para comprender. En este escenario, la valoración de los investigadores, sea cual sea su especialidad, ha subido. La atención a los cambios tecnológicos ha sido mucho mayor. La educación, los trabajos y hasta las relaciones familiares son de otra manera. Olvidar el año 2020 va a ser imposible y volver la vista atrás solo servirá para convertirnos en estatuas de sal (Génesis 19:26).  

Aun sin realizar ninguna encuesta, los datos que va a registrar Innovaspain este año apuntan una sensibilización social hacia las materias que habitualmente tratamos, a pesar de que España siga estancada en una situación alejada de donde deberíamos estar por presencia económica en Europa y en el mundo. La inversión ya había subido en 2019, pero alejada de los estándares de cifras que manejan en los países punteros; las patentes también, aunque no es suficiente.

Hace unas semanas, señalábamos la candidatura de Pedro Duque a la dirección general de la Agencia Espacial Europea como una buena mala noticia. Buena porque tener un español en ese puesto era importante. Mala porque un cambio en el Ministerio de Ciencia e Innovación podía romper una trayectoria muy interesante, máxime después de conocer el esfuerzo presupuestario y organizativo que se va a hacer. Quedémonos ahora con los pros. 

Hemos aprendido que cuando hablamos de investigación, de innovación o de educación estamos hablando del futuro. Creo que es la parte positiva del año que hemos vivido, pero es necesario que no lo olvidemos. El año 2021 no va a ser mejor. Va a ser un año de incertidumbres para todos y duras realidades para muchos. Todos nos vamos a poner a prueba en un año del que, por ahora, solo sabemos que va tener un día menos. 

Por lo que se refiere a Innovaspain, lo afrontamos con el reto de los excepcionales datos de este año que acaba con un nuevo crecimiento del nicho informativo que creamos y que ya supera los 2,5 millones de seguidores en todo el mundo. Los casi 10 millones de páginas vistas con los que vamos a cerrar el año, con una media diaria de visitas que se acercará a las 5.000, señalan al medio como un referente pero también que el ambiente ha iniciado un cambio de difícil vuelta atrás.

Por lo pronto, en el nuevo año haremos un nuevo esfuerzo de mejora que será necesario para seguir creciendo. Hemos aprendido que a las crisis hay que enfrentarlas con resolución y adoptar cambios que de otra manera no habríamos hecho. Nada ha sido fácil, pero no vamos a volver la vista atrás salvo para acordarnos de que hace 10 años empezamos a pensar en este proyecto, que tanteamos su puesta en marcha, que vimos que era viable y que merecía la pena seguir para adelante como lo hicimos para presentarnos en público, ya decididamente, en junio de 2012.  

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