"Queremos que cuando la gente piense en Instamaki, piense en el mejor sushi". Alberto Bonhomme sigue manteniendo el mismo espíritu con el que fundó este proyecto de delivery que a día de hoy ya es una empresa capaz de mirar de tú a tú a los mejores restaurantes japoneses en España. Su objetivo es ofrecer a sus clientes una propuesta gastronómica diferente y de calidad a un precio asequible. Con presencia en Barcelona, Sant Cugat y Madrid, Instamaki comenzará este año su expansión al resto de España.
Pero si algo caracteriza a este restaurante online es, como remarca Bonhomme, su capacidad para "ofrecer un producto igual que el que comerías en un restaurante normal". Para ello, Instamaki realiza un testeo de la carta y varía sus menús acorde a cada momento para evitar uno de los principales problemas del delivery: platos que no parecen recién salidos del restaurante. "Es cierto que la comida a domicilio vive un momento de auge, pero muchas de las plataformas se centran en la inmediatez y dejan un poco de lado la calidad. Instamaki quiere lograr ambas facetas en un mundo tan complejo como la cocina japonesa".
Es por ello que la empresa no se plantea abrir un restaurante físico. "Son dos modelos de negocio totalmente diferentes y en caso de abrir un restaurante tradicional no sería Instamaki", asegura Bonhomme. Para el cofundador, el futuro de los negocios de delivery pasa por la diferenciación. "Vivimos un momento en que prima mucho la rapidez, pero eso solo vale en el medio plazo. El futuro lo dominarán aquellas empresas capaces de hacer disfrutar de la comida a domicilio como si el cliente estuviese en el propio restaurante". En cuanto al futuro, lo tiene claro: "la clave para triunfar pasa por innovar; vamos a seguir mejorando los pedidos, añadiendo tecnología y seguir mejorando en la recomendación de platos".