Integra Therapeutics, spin-off de la Universitat Pompeu Fabra, que está revolucionando la escritura de código genético. La empresa participó ayer en la presentación de HispanIA 2040, un estudio con peso estratégico promovido por la Oficina Nacional de Prospectiva y Estrategia y en cuya elaboración han participado expertos y expertas del ámbito público, la academia y la industria. El objetivo es definir bien los pasos a seguir para que la inteligencia artificial se convierta en una aliada a todos los niveles.
Una de las áreas donde la IA tiene más recorrido es la de la salud. Como explicaba ayer Avencia Sánchez-Mejías, CEO y cofundadora de Integra Therapeutics, la empresa es líder en el desarrollo de terapias génicas y celulares para curar enfermedades "que hoy no tienen cura". Para lograrlo han desarrollado una herramienta molecular, FICAT, con la que escriben mensajes terapéuticos directamente en el ADN del paciente. “Es algo así como usar unas tijeras moleculares de gran precisión y capacidad”.
Sánchez-Mejías añadía que, en su caso, el uso de la IA tiene que ver con crear un futuro “en el que podamos recodificar el código genético para evitar mutaciones y errores que causan enfermedades devastadoras”. La inteligencia artificial permite a Integra Therapeutics utilizar un gran volumen de secuencias, miles, e identificar patrones imposibles de detectar para el ojo humano.
Llegar a más gente
En este punto, la directiva afirmaba que pueden trabajar “como ingenieros moleculares o como arquitectos y conseguir una estructura y una función de esas proteínas que sean exactamente las que necesitamos para los editores de genomas”. De este modo, ganan en flexibilidad y en seguridad, además de llegar a más pacientes que sufren enfermedades raras, genéticas, ciertos cánceres o enfermedades autoinmunes.
Experto en la convergencia entre IA y biociencias, Marc Güell, CSO y cofundador de Integra Therapeutics, apuntaba en su intervención que los importantes avances en el campo de la genética durante la era anterior a la IA derivaron en las tecnologías CRISPR, que permiten corregir mutaciones que causan enfermedades o reprogramar el sistema genético para atacar el cáncer. “Básicamente actuábamos inspirándonos en la naturaleza y copiándola”. Un ejemplo: la tecnología CRISPR que se emplea para curar la anemia falciforme es prácticamente una copia exacta de lo que existe en las bacterias.
Güell opinaba que el tablero de juego está cambiando. “Con la inteligencia artificial tenemos una herramienta no solo para leer y escribir ADN, sino para empezar a ‘hablar’ el código genético. De alguna manera, hablamos de escribir poesía en el ADN, lo que es realmente transformador. Ahora, la innovación genética la podemos ubicar en un Large Lenguage Model y generar nuevas versiones del texto genético que no existen en la naturaleza”.
Diseñar la biología en un ordenador
El cofundador de Integra Therapeutics mencionaba la relevancia que implica poder crear piezas sintéticas que son “mucho mejores” que las de la naturaleza. “Esto nos permite ir asomándonos al sueño de diseñar la biología en un ordenador como si estuviéramos desarrollando aviones u otras cosas”. La IA aplicada a la biología es un progreso que incluso tiene el reconocimiento de los últimos premios Nobel.
Según Marc Güell, de manera paulatina, este cruce nos proporcionará herramientas “fundamentales” con las que afrontar los principales retos de la humanidad vinculados a la salud y el bienestar planetario. “El hecho de no solo poder observar y copiar con la naturaleza como fuente, sino empezar a diseñar la materia más fascinante del universo, que es la materia de la vida, nos arma para encarar el futuro”.