Integración e innovación: el boom de la economía creativa

Gino Tubaro fabrica prótesis de manos ayudado por una impresora 3D
Gino Tubaro fabrica prótesis de manos ayudado por una impresora 3D

Por Cecilia Nicolini - Esta columna fue originalmente publicada en el blog Integración y Comercio del Banco Interamericano de Desarrollo BID.

Un mexicano pasa sus días en su minúscula habitación de Tijuana intentando controlar el vuelo de un helicóptero, hackeandolo con una placa Arduino comprada por menos de 20 dólares. En Buenos Aires, un adolescente descubre que puede fabricar prótesis de manos a un coste bajísimo, ayudado por una impresora 3D. En Perú, una mujer que no llega a los 30 años sueña con ayudar a las mujeres de su país que no han tenido acceso a una educación formal y no tienen empleo a aprender a escribir código y convertirse en expertas programadoras web.

Todos ellos contribuyen a lo que se conoce como Economía Creativa.

Son protagonistas de este nuevo sector que tiene como matriz la materia gris de las personas: sus ideas y su creatividad. Inmersos en una realidad que cambia cada día y donde predomina la incertidumbre, responde con flexibilidad, dinamismo y se mantiene pujante aún en las turbulencias económicas más críticas. Sus descubrimientos, si son exitosos, con frecuencia se virilizan y transforman en verdaderos fenómenos de venta, incluso a nivel regional.

Como región, América Latina y el Caribe continua cimentando las bases para crecer y mejorar la calidad de vida de sus habitantes en los próximos años, una misión donde la creatividad es tanto o más importante que los recursos naturales.

Actualmente no solo las personas y las empresas compiten por ser creativas. Las ciudades y las regiones también lo hacen.

Mientras más dinámico y creativo sea el ecosistema que impulse una ciudad, el talento la seguirá. Los lugares con mayor talento y creatividad tendrán más chances de innovar y crecer. La pasión y la creatividad, unidos al compromiso de nuestros ciudadanos a resolver los problemas que enfrentamos sembrarán las bases de nuestro futuro.

Aquel joven mexicano que vivía en Tijuana encerrado programando hoy es Jordi Muñoz, el mayor creador de drones del mundo. Su empresa 3D Robotics está valorada en decenas de millones de dólares, y con sus drones permite a su vez otros emprendedores como a la dominicana Paola Santana Co-fundadora de Metternet proveer de medicamentos a zonas de difícil acceso por carretera.

Gino Tubaro, el joven de 20 años que le devolvió la ilusión a niños con sus prótesis de manos con diseños de superhéroes, hoy cuenta con más de 60 impresoras 3D para ayudar a cientos de personas de escasos recursos. Y las jóvenes en Perú que aprendieron a programar, hoy son exitosas cabeza de hogar ya que gracias a Mariana Costa accedieron a un empleo formal que además representa uno de los trabajos con más futuro. Sus ideas ya se están conociendo e implementando en toda la región, afianzando los vínculos entre latinoamericanos.

Con el objetivo de incentivar estos desarrollos, el INTAL junto al MIT lanzaron un concurso para innovadores en industrias creativas con impacto regional.

Se trata de una iniciativa que busca destacar proyectos con potencial de crear riqueza y que contribuyan a mejorar la vida de latinoamericanos y caribeños a partir de sus logros en materia de propiedad intelectual.

El objetivo es identificar especialmente emprendimientos que logren un impacto en el comercio y la integración regional profundizando las relaciones de intercambio entre los distintos mercados de la región.

La economía creativa ha sido uno de los sectores más vigorosos de la economía y la que mas ha crecido en los últimos años. Para el año 2011 contribuía con mas 175 mil millones de dólares a la economía regional,  superaba los 18 mil millones de dólares en exportaciones y empleaba al menos a 10,3 millones de personas.

La clave del crecimiento será la apertura que tengamos a las nuevas ideas, que nos permitirá canalizar la energía creativa de las personas.

Las grandes ideas siempre vienen de las personas, no caen del cielo. Son las personas las que desarrollan un software, escriben un libro, componen música, idean una plataforma o emprenden un negocio exitoso.

Estos son los principios sobre los que INTALent busca premiar a los mejores innovadores en industrias creativas de la región. ¿Te sentís inspirado por Jordi, Guido o Mariana? Te estamos esperando.

Deja un comentario

Especiales