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Inteligencia emocional en tiempos de la inteligencia artificial

inteligencia emocional

Me llevé una gran sorpresa cuando vi en Innovaspain la información sobre la reunión que mantuvo Daniel Goleman, referencia mundial de la literatura empresarial, con periodistas españoles, entre ellos el responsable de esta web, Juan F. Calero. Sin lugar a duda, ‘Inteligencia emocional’ fue uno de los libros más citados en los casi 30 años que hace que se publicó y no ha estado mal reverdecer el tema en tiempos de enfrentamiento con casi todo y, entre ese casi todo, la denominada inteligencia artificial (IA).

El libro de Goleman no ha dejado de ser un referente para muchos aspectos de nuestra vida personal como profesional. Y es en este ámbito donde se desarrolló, sobre todo, la aplicación de sus recetas. Como en este momento, el cambio de paradigmas en el mundo empresarial está cambiando. Era 1995 cuando se publicó el libro de Goleman, resultado de muchas investigaciones que planteaban una nueva forma de pensar y actuar en una época de cambio.

Con otras palabras, la denominada inteligencia emocional ya era una cuestión teórica muy tratada en el mundo de la psicología y la pedagogía y, quizás, mucho menos en el campo del trabajo en general y la empresa en particular. Quince años antes se empezó a hablar de la excelencia y de hecho conocimos a gente que había tenido grandes éxitos profesionales.

Eran la referencia y en muchos casos rompían con patronos sociales al uso. Son los grandes nombres referenciados en la historia de la industria y por poner un ejemplo, el de Henry Ford, el hombre que inventó y puso en marcha la cadena de producción para abaratar costes, organización que cambiaba de modo significativo la relación trabajador-empresa.

Sin embargo, la excelencia parecía que en muchos casos estaba reñida con la ética y de ahí vinieron, incluso, los cambios en el nombre de ciertas funciones en el organigrama empresarial pasando, por ejemplo, de llamarse el departamento de Recursos Humanos a Gestión de Personas, concepto ahora cambiado por el de Talento.

En cualquier caso, el libro de Goleman venía a ratificar que el mundo había cambiado y que todos debíamos conocer esa cualidad que es la inteligencia emocional, un concepto múltiple porque toca la actividad humana y, entre ella, las relaciones sean personales o profesionales. Fue oportuno, y no es menos oportuno que el que anunciaba en esta reunión con periodistas españoles.

Es verdad que después de la experiencia de la pandemia el mundo del trabajo y las relaciones personales han cambiado y necesitan de un autocontrol mucho mayor que antes. El teletrabajo ha cambiado las formas de trabajar y la responsabilidad para gestionar nuestro mundo particular. No es nada fácil y más si se le añaden otras cuestiones sociales que nos rodean.

El “descubrimiento” de las emociones como motor de nuestra vida, pero también de regulación de la misma, es un tema a tener en cuenta y Goleman ha sido, una vez más, oportuno. Tenemos que reflexionar sobre nuestra vida actual y la que nos prepara los nuevos avances tecnológicos en todas nuestras actividades.

A la inteligencia artificial, que va inundando nuestra vida, habrá que contraponer por parte de cada uno mucha inteligencia emocional y da igual el puesto que tengas en tu trabajo o las circunstancias generales que nos rodean en todos los aspectos: la emoción debe ser algo que tenemos que preservar y desarrollar en todos los aspectos. Es la forma de soportar los cambios y disfrutar de ellos.

1 comentario en «Inteligencia emocional en tiempos de la inteligencia artificial»

  1. Para aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece la convergencia entre la inteligencia artificial y la inteligencia emocional en el ámbito empresarial, se recomienda:
    Establecer normas éticas y regulatorias para garantizar un uso ético y responsable de la inteligencia artificial.
    Implementar programas de formación en inteligencia emocional para empleados y líderes, con el fin de mejorar la comunicación, la empatía y la gestión de emociones.
    Promover un ambiente de trabajo saludable y equilibrado, que fomente la creatividad, el bienestar y la conexión social.
    Revisar y mitigar los posibles sesgos en los algoritmos utilizados en la inteligencia artificial, para garantizar decisiones justas y equitativas.
    Fomentar la reflexión y el debate sobre el impacto de la tecnología en la sociedad, para encontrar un equilibrio entre la automatización y la humanidad en el ámbito empresarial

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