La industria española creció un 3,6% en 2017 gracias, principalmente, a tres sectores tractores como son la inversión pública, la automoción y el cemento. Así lo refleja el Barómetro Industrial presentado por la Alianza por la Competitividad de la Industria Española, que integra a los sectores clave como son la automoción, siderurgia, cemento, bebidas y alimentación, química, papel y petróleo, y que espera mantener las buenas cifras también durante este año.
El crecimiento de la economía española ha tenido su reflejo en la industria, según este informe, elaborado con el objetivo de “conocer la marcha de la industria en su conjunto”, así como de “difundir la importancia de la industria en la economía española”, ha explicado Mauricio García de Quevedo, secretario de la Alianza por la Competitividad de la Industria Española. Los datos, en líneas generales, son positivos y por eso espera “seguir generando empleo, que en la industria es más estable y de más calidad que en otros sectores”.
En total, el crecimiento del sector industrial el pasado año fue de un 3,6% aupado principalmente por la inversión pública, que aumentó un 19,9%, el índice de producción de la automoción (9%) y el consumo de cemento (5,8%). Asimismo, la demanda exterior también registró un notable ascenso empujando a las exportaciones de bienes hasta un incremento del 2,6%, con la siderurgia, el papel o la química a la cabeza.
También son positivos otros indicadores clave como la cifra de negocios, el índice de producción industrial, el valor añadido bruto, el índice de precios y a utilización de la capacidad productiva, todos ellos con números que indican un crecimiento de la industria española. Un comportamiento positivo y estable que es bueno para la economía en general ya que la industria «es el pilar de cualquier economía y un país es competitivo cuando tiene una industria fuerte», ha indicado Julián Pérez, director general adjunto del Centro de Predicción Económica (Ceprede), encargado de elaborar este informe.
Buenas perspectivas de futuro
Para 2018, la industria también mantiene el optimismo y los indicadores, tanto de los consumidores, son “favorables” en opinión de Pérez. La previsión es, a su juicio, “especialmente positiva” y a eso hay que añadir que “hay consumidores y productores que piensan que la situación va a ir aún mejor”. El mayor escenario se espera en el ámbito de la construcción, con un crecimiento que podría superar el 30%, y también hay expectativas positivas en torno a la producción (se cree que subirá un 3,1%). Por el contrario, el informe advierte de un posible deterioro en la previsión de la cartera de pedidos, especialmente de aquellos que provienen de países terceros.
No obstante, desde la Alianza por la Competitividad de la Industria Española también se ha advertido de que factores como las medidas proteccionistas de Trump y las consecuencias del Brexit pueden modificar las previsiones de una industria española a la que el director general adjunto de Ceprede ha calificado con un “notable alto”.