Talento o esfuerzo. Nacer en un lugar privilegiado o en uno problemático. Muchas personas establecían sus propias teorías sobre cuáles eran las condiciones idóneas para ser futbolista. ¿Brasileños? País del jogo bonito. ¿España? Centrocampistas bajitos. ¿Inglaterra? Patadón y a correr. La realidad es que cada persona es diferente y no se puede saber qué le ha llevado a triunfar. Hasta ahora, que varias universidades españolas y una croata han analizado variables contextuales para saber cuáles son las probabilidades de ser futbolista.
El estudio, de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), en colaboración con las Universidades de Deusto, País Vasco y Zagreb, asegura que el lugar en el que ha nacido el futbolista y sobre todo, aquel en el que desarrolla su carrera posteriormente, puede condicionar sus posibilidades de desarrollarse de manera profesional posteriormente.
Alberto Lorenzo Calvo, de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la UPM y uno de los autores de este trabajo, explica que antiguamente, el concepto de talento se entendía como algo muy relacionado con la herencia genética. “Pensábamos que las personas nacían superdotadas y, por tanto, eso le permitía alcanzar el máximo rendimiento. Pero hoy en día ese concepto ha evolucionado mucho y entendemos que claramente hay muchos factores que son más los que interaccionan sobre esa carga genética y que le ayudan al deportista a manifestarse de una manera o de otra”.
Entre esos factores, están los factores condicionales, los psicológicos y también, cómo no, los sociales. Según Lorenzo, “el hecho de qué contexto haya rodeado al deportista, a nivel de familia, a nivel de amigos, e incluso, por qué no, también a nivel de en qué ciudad ha nacido, qué ventajas o qué le proporcionaba ese tipo de ciudades, ayudan en mayor o menor medida a que ese deportista pueda desarrollarse con mayor éxito”.
En este sentido, esta investigación que han desarrollado se centra fundamentalmente en este último tema: en qué medida las ciudades en las que una persona nace o se desarrolla posibilitan el hecho de que esa persona tenga más posibilidades de alcanzar mejores resultados deportivos.
“Por tanto, estamos hablando de qué factores condicionan el desarrollo deportivo. Esto es importante porque podríamos entender que a nivel de políticas deportivas convendrían, o buscar cierto desarrollo de nichos de talento donde esos deportistas tengan mejores condiciones para desarrollarse”, destaca el investigador.
“Resultados claros y contundentes”
Esta investigación se centró en la región de Vizcaya, para entender qué factores, en este sentido, desde el punto de vista sociodemográfico, condicionaban más la posibilidad de que los futbolistas pudiesen alcanzar el estatus de profesionales, incluso internacionales. Y los resultados, en este caso, han sido muy "claros y contundentes”.
“En el mundo del fútbol, podríamos decir que en este caso en concreto, el hecho de cambiar de ciudad, de una ciudad de nacimiento, con unas condiciones un poco más limitadas a nivel de oferta deportiva, de menos densidad poblacional, de menos recursos y de menos competencia, incluso deportiva, a una ciudad un poquito más grande, favorece ese desarrollo. Además, esa ciudad debe tener instalaciones, lo que permite acceder relativamente rápido a los centros de rendimiento. Todo este conglomerado de condiciones contextuales favorece que los deportistas tengan más posibilidades de llegar a ser profesionales”, asegura Lorenzo.
Las conclusiones fueron claras: existe una asociación estadísticamente significativa entre el cambio del lugar de nacimiento al lugar de crecimiento deportivo y el éxito posterior (79%). Es decir, que quienes cambiaron de lugar de residencia durante el proceso de desarrollo, tienen más posibilidades de tener mejores resultados deportivos. De hecho, los jugadores que experimentaron una transición geográfica mostraron un 38% más de probabilidades de debutar como profesionales, apuntan desde la UPM.